Sin rendirse jamás

El Real Madrid ganó ante el Valencia una nueva final por la Liga y ya sólo le quedan cuatro, tres de ellas a domicilio. El encuentro, que se decidió en el tramo final tras el gran gol de Marcelo, no empezó de la mejor manera. Aún no se había alcanzado el primer minuto cuando Keylor Navas estuvo más acertado que Santi Mina en el mano a mano, pero el delantero visitante aprovechó el rechazo y su remate se estrelló en el poste. El susto no cambió el planteamiento de los blancos, que tenían el dominio del esférico y presionaban muy arriba.

Las ocasiones no tardaron en llegar. Centró Cristiano Ronaldo en el 12’ y el balón, tras el remate de cabeza de Benzema, llegó a las manos de Diego Alves. Volvió a rematar el francés, esta vez con la derecha y desde la frontal, seis minutos después pero volvió a encontrarse con el portero visitante. El gol local parecía cada vez más próximo y llego al filo de la media hora. Asistió Carvajal desde la banda derecha en el 27’ y apareció Cristiano Ronaldo para adelantarse a todos y llevar el esférico a la red con un magistral testarazo. Con el 1-0 y sin apenas contabilizar ocasiones por ambos conjuntos tras el tanto local se llegó al descanso.

Mucho más movida comenzó la segunda mitad. Disputados apenas diez minutos pudieron marcar los blancos por partida doble. Pase de primeras de Marcelo, recorte de Benzema y su disparo se estrelló en el poste. Continuó la jugada y el árbitro Gil Manzano pitó penalti en un agarrón de Parejo sobre Modric. Diego Alves estuvo más acertado que Cristiano Ronaldo desde los 11 metros. Todo seguía igual y el Real Madrid continuaba buscando el tanto que le diese más tranquilidad. Centró Asensio en el 78’ y Cristiano Ronaldo, que no se esperaba el fallo de la defensa, remató elevado. El encuentro seguía muy vivo y en el 82’ empató el Valencia en una falta lanzada perfectamente por Parejo.

Quedaban cerca de ocho minutos por delante y este Real Madrid nunca se rinde. En su ADN está implícita la lucha hasta el final y cuatro minutos más tarde volvió a demostrarlo. Marcelo controló en la frontal, se hizo hueco con un amago y disparó con la derecha de rosca tan ajustado que ni la estirada de Alves evitó que el balón besase la red. Tres importantes puntos sumaron los blancos en su pulso por la Liga. Ahora toca pensar en la semifinal de Champions contra el Atlético de Madrid.

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