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domingo, 14 de agosto de 2016

Tres puntos de locura en el arranque


Con un Philippe Coutinho inspirado, el Liverpool inició la temporada de la Premier League con un triunfo 3-4 a domicilio ante el Arsenal. El atacante brasileño fue amo y señor de la cancha del Emirates Stadium, inscribiéndose con un doblete (golazo de tiro libre incluido) y una asistencia para liderar el gran triunfo de los reds.  Adam Lallana y el debutante Sadio Mané también dijeron presentes en el marcador para el conjunto de Jürgen Klopp, que con la actuación del domingo demostró que es un equipo a tomar en cuenta este campeonato.

Tal vez fueron los nervios o la falta de competencia oficial, pero el Liverpool salió algo desenchufado al partido, sin la claridad necesaria en ataque para poner en real peligro la portería rival. De hecho, Simon Mignolet se había alzado como la figura de los reds en el primer tiempo al atajar el penal de Theo Walcott al minuto 30. Sin embargo, nada pudo hacer el meta belga segundos después ante el remate del mismo Walcott, autor del 1-0 parcial a favor de los gunners. Cuando todo indicaba que el Arsenal se iría al descanso con la ventaja mínima en el marcador, apareció la magia de Coutinho. En la última jugada antes del entretiempo, el brasileño clavó una joya de tiro libre en la escuadra que hizo inútil la estirada de Cech.

El gol fue el revulsivo que necesitaba el Liverpool, que nada más reiniciarse el partido se puso en ventaja a través de Lallana, quien aprovechó las dudas defensivas de los gunners para batir por abajo a Cech. Y a los 56’, Coutinho cerró la pinza a un centro desde la derecha de Nathaniel Clyne, tras una gran serie de toques de los reds. El cuarto gol, en cambio, fue producto de una genialidad individual de Mané, quien dejó en el camino a que se le cruzara y culminó su corrida con una espectacular definición para subir el 1-4 parcial al marcador. 

Más que los goles de descuento de Oxlade-Chamberlain y Chambers, lo realmente doloroso para el Liverpool fue la lesión de Coutinho, quien salió cojeando del campo de juego y cedió su lugar a Emre Can.

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