Muy superior el Liverpool frente a un Everton que exceptuando los primeros 20 minutos, no hizo acto de presencia en Anfield Road. Los de Klopp dominaron el choque y fueron los que llevaron el peso del encuentro, pero les costó abrir el marcador.
Tuvo que ser el hombre de moda en los locales, Divock Origi, el que hiciese el 1-0. Sin tiempo para digerir el primero llegaría el segundo, obra esta vez del central Sakho.
La segunda parte fue muy plácida para el Liverpool y Sturridge primero y Coutinho después se encargaron de finiquitar un derbi que solo tuvo un color durante los 90 minutos de partido.
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