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La afición de la Juventus ya se prepara para celebrar un nuevo título de la Serie A. La buena racha de la Vecchia Signora y las dos derrotas del Napoli en los últimos tres partidos han supuesto el acelerón definitivo para los hombres de Allegri, que han pasado de mirar lo que hace el conjunto de Sarri a echar cuentas para ver cuándo habrá alirón.
La Juve se plantó ante el Palermo consciente del tropiezo del Napoli en casa del Inter de Milán. La moral por las nubes se daba la mano con la debilidad de un rival en zona baja que deberá sudar mucho si quiere evitar el descenso a la Serie B. Entró tan enchufada la Juventus al terreno de juego que apenas tardó diez minutos en abrir el marcador. Pogba metió un gran pase hacia Khedira, que la bajó con el pecho dentro del área y batió con elegancia a Sorrentino. El 1-0 le dio toneladas de tranquilidad a los de Allegri, que gestionaron a la perfección los tiempos del partido.
Mediada la segunda mitad, Pogba, omnipresente en todo momento, firmó el 2-0. El francés sorprendió rematando en el segundo palo un balón botado desde el córner. El tanto descosió definitivamente a un Palermo que encajó el 3-0, obra de Cuadrado, tres minutos después. Ya en la recta final, Padoin, que sustituyó a Khedira tras el tercer gol, selló la goleada a pase de Morata. Tres puntos más para una Juventus que seguirá mandando con firmeza en Italia.
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