El Liverpool remontó un partido que se le complicó tras un grave error de Mignolet, que los franceses no desaprovecharon y se adelantaron en el marcador. Benteke en dos acciones, una provocando un penalti que Milner transformaría y posteriormente con un golazo le daría la vuelta al marcador y daría una victoria a los reds que los clasifica a los dieciseisavos de final.
El partido comenzaba con los papeles bien marcados, con un Liverpool que asumía el papel de dominador y un Girondins de Bourdeaux que se repelía e intentaba cazar alguna contra para sorprender a los locales. Los hombres de Klopp eran los primeros en probar fortuna pero un inocente disparo de Firmino no conseguía sorprender a Carrasco. Los siguientes minutos del encuentro siguieron con los reds como dueños del balón pero sin conseguir traducir esta superioridad en llegadas y ocasiones.
Justo cuando mejor estaban los ingleses, Mignolet cometía un error infantil y tardaba más de seis segundos en sacar de portería, lo que hacía que los franceses tuvieran una gran oportunidad de abrir el marcador con un libre indirecto que Saivet lo ejecutaba a la perfección para colocarla en la escuadra, haciendo el primer tanto con el que saltaba la sorpresa en Anfield. Sin embargo, aún con las cámaras señalando a Mignolet por su tremendo error, un centro de Alberto Moreno, que estuvo muy participativo en ataque, iba a significar un penalti a favor de los ingleses tras un agarrón a Benteke dentro del área. El capitán red, Milner, se encargaba de transformar la pena máxima y devolver la igualada al electrónico a los 38 minutos de partido. Y justo cuando parecía que nos íbamos a ir con el empate al descanso, aparecía nuevamente la figura de Benteke para controlar un balón dentro del área y con un movimiento de delantero completo deshacerse de su par y mandar el balón a las mallas, para poner a su equipo por delante antes de la conclusión de los primeros 45 minutos.
A la vuelta de los vestuarios, los hombres de Klopp salían como auténticos toros y embotellaban a los jugadores visitantes en su campo, sin poder salir y almacenando una llegada tras otra, que a punto estuvo de significar el tercer gol. Benteke en dos ocasiones e Ibe tuvieron la sentencia en sus botas, pero el belga no acertó al definir la primera que tuvo y la segunda que si la metió para dentro, la anuló el árbitro por una falta previa.
El partido, al revés que en la primera parte, fue de más a menos y el dominio del Liverpool solo duró una hora de choque. La última media hora de encuentro, sirvió para ver una nueva faceta de los nuevos reds. Sin hacer gran fútbol, los ingleses apenas tuvieron que emplearse en defensa y demostraron la solidez defensiva que pedía este equipo y que Klopp va consiguiendo poco a poco. Tan solo en los últimos instantes del choque, donde Mignolet tuvo la oportunidad de redimirse de su error y con una gran parada evitó el tanto del empate, pareció que la victoria podía escaparse de Anfield, pero no fue así y el nuevo Liverpool de Klopp estará en los dieciseisavos de final de la competición de plata y le bastará con un empate en la última jornada ante el Sion para ser primeros de grupo.
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