El Real Madrid cerró en Balaídos con nota alta una complicadísima semana, en la que, pese a las bajas con las que contaba Benítez, goleó en casa al Levante, empató en París frente al PSG y ganó hoy a domicilio al Celta. En los dos últimos partidos estaba en juego el liderato del grupo de la Champions y de la Liga, y los blancos mantuvieron ambos de forma excepcional.
Desde el inicio se vio al Real Madrid serio, compacto y concentrado. Durante los diez primeros minutos, los blancos tuvieron el monopolio del esférico. Atacaban con criterio y recuperaban rápido el esférico con la presión alta que ejercieron. Prueba de ello fue el primer tanto. Casemiro robó el balón en la medular y el resto de la jugada fue un compendio de velocidad y precisión. Así combinaron Lucas Vázquez y Cristiano Ronaldo y definió el portugués.
El Celta, con la ayuda de su afición, se echó hacia delante en busca del empate y cerca estuvo de conseguirlo en el 18’. Orellana remató desde la frontal con la izquierda y Navas respondió con una fenomenal estirada, pero cinco minutos más tarde sorprendieron los visitantes cuando mejor parecían estar los locales. La jugada, con la que Danilo se estrenó como madridista, fue espectacular. Cristiano Ronaldo arrastró a dos defensas, Jesé vio el desmarque del brasileño a la espalda de Nolito y asistió. La definición del lateral blanco hizo el resto.
Antes de llegar al descanso hubo tiempo para dos nuevas demostraciones de reflejos de Keylor Navas. Gran jugada de Nolito en la banda, en la que se marchó de dos rivales, y su pase atrás en el 40’ encontró a Aspas, que disparó desde el punto de penalti, pero se encontró con el cancerbero madridista. Tres minutos más tarde llegó otra mano salvadora del costarricense tras la falta que sacó Nolito y el posterior remate de cabeza de Pablo Hernández.
Cerca estuvieron los blancos de hacer el tercero nada más comenzar la segunda mitad. Cristiano Ronaldo peinó el balón en el 49’ y Lucas Vázquez se marchó en velocidad de Cabral, pero Sergio Álvarez adivinó la vaselina del canterano y atajó el esférico. En el minuto 57’ Cabral vio, por protestar, la segunda amarilla y el Celta se quedó con diez futbolistas. A partir de ese momento, el encuentro se tornó más bronco. Quizá por ello y para para evitar que viera la segunda amarilla, Benítez decidió en el 62’ cambiar a Lucas Vazquez por Isco.
El partido volvía a ser vibrante y los madridistas llegaban cada vez con más peligro. Isco sólo necesitó siete minutos desde que salió para recibir el balón en la frontal, marcharse de dos rivales y sorprender con un bonito disparo que tocó Sergio antes de que golpease en el travesaño. El Celta puso la réplica y Marcelo evitó sobre la línea de gol el tanto de Nolito en el minuto 72.
Fue precisamente Nolito el que redujo distancias en el 85’ con un excepcional disparo desde la frontal. De ahí hasta el final, y en un gran ejercicio de esfuerzo menos de tres días después de jugar otro complicado encuentro en París, el Real Madrid supo contener las embestidas rivales e incluso sellar el triunfo con un bonito gol de Marcelo. Cherychev asistió en el tiempo añadido, el brasileño amagó el pase, llevó al suelo a Sergio con el engaño y remató a placer. Los blancos se mantienen líderes e invictos.
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