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La Juventus se ha clasificado para cuartos de final de la Champions después de deshacerse del Borussia en el Signal Iduna Park de Dortmund, dos equipos que no se reencontraban desde la Champions de 1997, donde los negroamarillos alzaron la orejona en el Olímpico de Múnich. Una venganza cumplida 18 años después.
El 2-1 registrado en la ida daba cierto margen a los italianos y la obligación de marcar a los teutones, quienes salieron bajo el embrujo de la ruidosa pared amarilla que decora uno de los fondos del estadio. Un extraordinario ambiente del que no se empaparon. Siendo los juventinos los más metidos en el partido.
El arranque fulgurante de los bianconero tuvo su premio con el potente chut de Carlos Tévez a tres metros de la frontal. Un golpeo que encontró la escuadra defendida por Weidenfeller. El tanto del argentino puso todo a favor de los hombres de Massimiliano Allegri, para quienes el único contratiempo era la lesión de Pogba, dolorido después de una pugna del francés con Sokratis.
Dos eran las dianas que necesitaban los germanos para voltear la eliminatoria. Demasiada desventaja que bien pudo ampliarse con sendas ocasiones claras de Álvaro Morata salvadas por Weidenfeller y que finalmente el ex del Real Madrid se desquitó, tras generosa asistencia de Tévez al madrileño a puerta vacía. Antes de marcharse del césped, el argentino cerró su festival personal con un latigazo que sorprendió al meta germano, confirmando el momento de forma de 'El Apache'.
El campeón de Italia, y próximo poseedor de nuevo del Scudetto, ha mostrado sus credenciales ante un Dortmund que ha exhibido esta noche los motivos, falta de velocidad y el bajo estado físico de las estrellas borussiers, por los que el equipo de Klopp no ha estado este año entre los grandes de la Bundesliga.
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