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Quedan seis jornadas y el Real Madrid mantiene el pulso por la Liga. La victoria en Anoeta, importante por el escenario, en el que sólo dos equipos habían ganado esta temporada en el campeonato, da moral a los blancos para afrontar la recta final de la competición. No fue fácil, pese a lo abultado del resultado.
La primera parte fue muy igualada. Los blancos tuvieron la posesión del balón, pero el férreo sistema defensivo de los locales apenas dejó resquicios. Hasta que en el 45’ Benzema controló el esférico en la frontal, recortó y disparó. Bravo se lució en la respuesta, pero Illarra, en el punto de penalti, aprovechó el rechace y adelantó a los blancos ante su anterior equipo.
El gol fue importante por el momento psicológico en el que llegó. El guion del encuentro debía ahora cambiar en la segunda mitad y la Real Sociedad estaba obligada a adelantar líneas ante su público. A los tres minutos pudo el Real Madrid dar el zarpazo definitivo al partido, pero el larguero lo evitó. Xabi Alonso sacó una falta lateral y Ramos, imperial en el salto, estrelló su remate de cabeza en el travesaño. No fue el único golpe franco que sacó con peligro el tolosarra. Su disparo en el 57’ obligó a lucirse a Bravo.
El Real Madrid seguía dominando y gozando de las ocasiones de gol más claras. De hecho, el larguero se interpuso de nuevo en su objetivo. Esta vez fue Benzema, que sorprendió al portero local con un descomunal remate con la izquierda que golpeó de forma violenta en el travesaño en el 66’. Eran los mejores minutos de los visitantes y el gol de Bale en el 67’ lo certificó. Bravo sacó de puerta y el balón cayó a los pies del galés, que no se lo pensó dos veces y, desde 30 metros, disparó mientras el chileno regresaba a su portería.
Seguridad atrás
La mayor parte del trabajo estaba hecho. Ahora había que mantener la misma solidez defensiva que estaban exhibiendo los blancos en Anoeta para sumar tres importantes puntos. No sólo fue así sino que hubo dos tantos más. Pepe marcó el tercero en un córner que sacó Xabi Alonso al segundo palo y Ramos, de cabeza, dejó el balón franco al portugués en el 85’. El cuarto y último fue obra de Morata en el 88’. Gran asistencia entre líneas de Di María y el canterano no falló en el mano a mano con Bravo. Segundo partido consecutivo imbatido del Real Madrid.
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