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El Liverpool acudía al último partido de Premier League con el único aliciente de despedir como se merecía a Jamie Carragher. El veterano jugador de 35 años celebró en Anfield, con los suyos, el fin de una era. Y es que este jugador pertenece al selecto club de los 'One Club Man' y lo ha dado todo por el Liverpool desde que debutó con 19 añitos en la temporada 1996/97.
El jugador nacido en Bootle, histórico distrito de Liverpool, fue de pequeño fan del Everton pero el destino le tenía reservado un hueco como héroe red. En estos años como profesional, Carragher lo ha ganado todo excepto, curiosamente, el máximo trofeo nacional. Como todos sabemos se sigue manteniendo esa peculiar maldición, y desde que la liga de Inglaterra es Premier el Liverpool se ha quedado estancado en sus 18 títulos. Sin embargo puede presumir de 2 FA Cup, 2 Community Shield, 3 Copas de la Liga, 2 Supercopas de Europa, 1 Copa de la UEFA y sobre todo de la Champions League conseguida de forma tan agónica como especial en 2005 frente al Milan.
Brendan Rodgers empezó el último partido con el 23 de titular, no como tributo, sino porque sorprendiendo a propios y a extraños el inglés se ha ganado el puesto en detrimento de Skrtel, el cual hoy también fue titular por la lesión de Daniel Agger. La sorpresa en el once fue Jordan Ibe, jugador de 17 años que hacía su primera aparición como titular.
La valentía para sacar a los jóvenes característica del club de Anfield está perfectamente plasmada en su técnico. Ahora es fácil puesto que no se juegan nada pero no olvidemos el inicio de campaña cuando Rodgers confió en jugadores noveles de la cantera como Sterling, Suso, Wisdom o Shelvey. Si además le sumamos que las dos estrellas fichadas en el mercado de invierno, Coutinho y Sturridge, tienen respectivamente 20 y 23 años, podemos ver que la apuesta se basa en afianzar a un grupo de jóvenes espléndidos capaces de llevar al club a lo más alto de nuevo, pero a medio plazo.
El partido de despedida se desarrolló a pedir de boca. Contra un QPR descendido y displicente, Jordan Ibe asistió a Philippe Coutinho para abrir el marcador a los 23' de juego. Podríamos decir que la diosa Fortuna quiso homenajear al 23 red. En el minuto 85' el estadio de pie, cantando al unísono cuarenta mil gargantas, "gracias Carragher". Leyenda. Minuto 90 aun en juego y el estadio completo cantando "You’ll never walk alone", a su capitán, y al equipo. Afición única en el mundo.
Así terminó una temporada agridulce para el Liverpool. Agria por no haberse clasificado para Europa, y quedar por detrás del Everton por segundo año consecutivo. Dulce porque con los fichajes de invierno el equipo ha subido mucho su nivel y si consiguen retener a Luis Suárez, a poco que fichen de manera acertada podremos ver una segunda temporada de Brendan Rodgers muy esperanzadora. Como incógnitas nos queda si contarán con un portero de garantías puesto que todo apunta a que Reina dejará el club, y como se reestructura una defensa que pierde a su comandante en jefe.
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