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El Giuseppe Meazza se vistió de gala para el Clásico de Italia entre el Inter y la Juventus, y que vio como la Juve se hizo con la victoria por 1-2 con goles de Quagliarella y Alessandro Matri, mientras que por el Inter descontó Rodrigo Palacio.
Igual que en el partido de la primera vuelta, los bianconeri tomaron una ventaja tempranera con un gran gol de Fabio Quagliarella, el napolitano disparó de fuera del área con potencia para dejar sin oportunidad a Samir Handanovic. A pesar del gol, los neroazurri estaban presionando de buena manera, pero denotaban la falta de un mediocampo al nivel del visitante. Un par de intervenciones del italiano Gianluigi Buffon a disparos primero de Antonio Cassano, y después un remate de cabeza en la boca del área chica a contrapie por parte de Palacio, fueron las dos más claras de los de Andrea Stramaccioni, pero no fue suficiente para batir a uno de los mejores guardametas del mundo.
La segunda mitad inició con el ingreso de Fredy Guarín, quien fue clave en el primer partido entre estos en la temporada, y a pesar de no influir directamente, no fue coincidencia que los locales encontraran rápidamente el gol al 55' de tiempo corrido, con una combinación entre Cassano y Palacio que adentró a éste último solo frente a Buffon para batirlo con calma. La felicidad y el ímpetu de buscar la remontada duró poco, una desatención de Álvaro Pereira le abrió la puerta a la Juventus para colocar un centro desde el borde del área que Matri remató sin contemplaciones, y así volver a poner la ventaja al 60'.
Una brutal entrada de Cambiasso al final del encuentro denotó la frustración del cuadro local, que mira como la clasificación a Champions parece irse de las manos mientras sus acérrimos rivales prácticamente amarran el título liguero.
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