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El Bologna confirma ser un equipo competitivo y el público tiene que conformarse con la inspiración de Pjanic, el crecimiento de de Ligt o las aceleraciones de Bernardeschi antes de que aparezca el hambre de CR7. El portugués es premiado antes del partido por los 700 goles en su carrera pero para él no es suficiente. Remata dos veces en el partido antes de entrar en el área, hacer una bicicleta y soltar un gran disparo al primer palo. Y son 701...
Una vez que se ve por debajo, el Bologna empieza a mandar balones hacia el área de la Juventus y, en uno de ellos, Danilo suelta un gran remate con la derecha al que Buffon no puede llegar. De ahí hasta el descanso, juego equilibrado y 1-1 en el 45'.
La Juve sale más agresiva en la segunda parte y llegan ocasiones de Bernardeschi y Ronaldo. Pero el gol parece cercano y llega gracias a Pjanic en una jugada con muchos rechaces. Y a diferencia del primer tiempo, ahora los bianconeri no bajan la guardia y hay más ocasiones para Khedira (antes de dejar su puesto a Bentancur), Higuaín y Bernardeschi. Pero la Juve no cierra el partido y sufre al final. Primero en un centro de Orsolini que se envenena tras tocar en Alex Sandro y en la última jugada un remate al larguero de Santander y un remate de tijera del propio jugador paraguayo que Buffon saca con una parada milagrosa. Una intervención que vale lo mismo o más que un gol.
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