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No habrá revancha en Wembley para el Liverpool, que se despidió de la English Football League Cup en semifinales la noche del miércoles tras caer 0-1 (2-0 global) ante el Southampton en el partido de vuelta. Los pupilos de Jürgen Klopp hicieron todo lo posible por revertir el 1-0 en contra de la ida, todo menos marcar un gol que lo hubiera acercado a su segunda final consecutiva. La falta de pegada del conjunto red le pasó la cuenta en los descuentos cuando Shane Long liquidó la serie al sellar una contra que acabó con cualquier esperanza de una remontada.
Mucho empuje, pero poca efectividad. Esa fue la tónica del primer tiempo para un Liverpool que salió decidido a buscar el resultado, alentado por el público de Anfield. Sin embargo, salvo unos tibios avisos de Emre Can y Daniel Sturridge, los reds casi no pusieron en peligro el arco visitante durante los 45 minutos iniciales. Mientras que en la portería local, Loris Karius se rifó el físico para tapar un remate a quemarropa de Tadic.
El Liverpool exigió de verdad a Forster por primera vez poco después de reanudarse las acciones y por poco le significó el empate. Zapatazo de Can que el meta despejó sobre la línea con una reacción a dos tiempos. Sturridge también tuvo un par de ocasiones, pero perdonó ambas oportunidades al definir por encima del travesaño. Al final, por mucho que lo intentaran los reds, el sueño de llegar a Wembley fue sólo eso... un sueño.
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