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El Liverpool tuvo todo para ganar, pero se quedó sin nada y sufrió una dolorosa derrota 4-3 el domingo ante el Bournemouth. Arriba 1-3 y con los tres puntos prácticamente amarrados, los reds se descompusieron en la parte final del encuentro, encajando tres goles en los últimos 14 minutos, incluyendo el tanto decisivo de Nathan Axe en el descuento que sentenció su suerte en el Vitality Stadium. Sadio Mané, Divock Origi y Emre Can marcaron los tantos para el conjunto de Jürgen Klopp.
El partido se puso de cara para el Liverpool al minuto 20 con el gol de apertura de Mané. El atacante senegalés recibió un balón largo de Emre Can y aprovechó la incertidumbre del arquero Artur Boruc para poner arriba a los reds. La ventaja visitante aumentó apenas dos minutos después, y nuevamente con la colaboración de Boruc. Esta vez salió mal ante Origi, quien se deshizo del meta y definió con el arco a su placer, 0-2.
Todo parecía encaminado a un fácil triunfo para los hombres de Jürgen Klopp, hasta que un penal de James Milner sobre Ryan Fraser le permitió a Callum Wilson acortar distancias al minuto 56. Ocho minutos después, Can devolvió la ventaja de dos goles a los reds con un auténtico golazo. La jugada de gol comenzó con una gran corrida por la derecha de Mané, quien dejó rivales en el camino y sirvió el balón en bandeja en la frontal al alemán, cuyo derechazo de primera venció la estirada de Boruc.
Sin embargo, no todo estaba definido. Primero apareció Fraser a los 76’ con un zapatazo de larga distancia que puso suspenso al encuentro. Apenas tres minutos más tarde, Steve Cook puso la paridad. Y cuando se pensaba que las cosas no podían empeorarse para el Liverpool, los hombres de Klopp tocaron fondo en el descuento. El portero Loris Karius no pudo contener un remate y dejó un rebote que Aké empujó al fondo de la red. Final del partido, y una derrota inesperada y dolorosa para los reds.
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