Partido especial en el Signal Iduna Park. Jürgen Klopp volvía al lugar en el que se convirtió en uno de los mejores entrenadores del mundo, y lo hizo haciendo grande al Borussia Dortmund. Los agradecimientos al ahora técnico del Liverpool serán siempre infinitos, pero cuando el balón empezó a rodar ya no hubo amigos.
El conjunto red salió valiente, dispuesto a acabar con el favoritismo del equipo amarillo. Presionando arriba, al Dortmund le costó salir con el balón jugado en los primeros instantes, pero fue haciéndose con el control con el paso de los minutos. Aubameyang y Reus no aparecían tanto como quería Tuchel, y cuando mejor estaba plantado el Borussia el Liverpool dio un golpe sobre la mesa. Los reds apenas habían llegado a la portería de Weidenfeller cuando Milner peinó un balón con la cabeza para dejar solo a Origi, que definió a la perfección para conseguir un tanto que puede valer su peso en oro. Antes de llegar al descanso, el Dortmund gozó de algunas ocasiones, pero entre Lovren, Sakho y Mignolet consiguieron mantener la portería a cero.
Nada más arrancar la segunda mitad, el conjunto local conseguiría el empate en un saque de esquina que remató Hummels con poderío desde el borde del área pequeña. El partido volvía a estar igualado en el marcador, y se vivieron los minutos de más emoción. La ocasión más clara la tuvo el Liverpool. Primero con un disparo de Coutinho que sacó con una mano increíble Weidenfeller, y en la siguiente acción el portero alemán volvió a tener dos intervenciones de mucho mérito para evitar que los ingleses se adelantaran.
En los últimos minutos, el cuadro local buscó el gol con más insistencia pero el Liverpool supo cerrar bien las llegadas del conjunto alemán y finalmente se lleva un resultado favorable para el duelo en Anfield la próxima semana.
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