El Bayern se ha convertido en el último cuartofinalista de la UEFA Champions League tras remontar ante la Juventus en un partido vibrante que tuvo buen fútbol y emoción hasta el final y en el que el equipo de Guardiola tiró del orgullo alemán para acabar salvando un 'match-ball'.
La Vecchia Signora salió sin complejos pese a las importantes bajas que sufría convencida de que estaban capacitados para pasar la eliminatoria y conquistar el Allianz Arena y pronto empezaron a demostrarlo. De hecho, se adelantaron en el minuto 5 gracias a un pase que buscaba a Lichsteiner en medio de un agujero defensivo y que provocó una salida a destiempo de Neuer que dejó la portería vacía para que Pogba marcara a placer. El tempranero tanto incrementó las dudas atrás y la precipitación arriba de un Bayern que empezó a monopolizar la posesión pero que no llegaba a inquietar la portería de Buffon. En este contexto, Morata, un contragolpeador de élite, se cernía como una amenaza para la dolorida e insegura defensa de Guardiola y en el 22' ya anularon un gol al español por supuesto fuera de juego.
Ya había avisado el ex del Real Madrid y sólo cinco minutos después dirigió una contra sencillamente espectacular en la que dribló a tres alemanes en carrera para dejar solo a Cuadrado que, con una tranquilidad asombrosa, sentó a Benatia y batió a placer a Neuer para silenciar un Allianz Arena incrédulo ante la falta de costumbre de ver a su equipo contra las cuerdas. Noqueado su equipo, Neuer lo sostuvo con una parada antológica a Cuadrado que podría haber sentenciado el partido y con la llegada del descanso llegó el turno de Guardiola para poder cambiar el signo del partido desde la pizarra. El catalán medró a un planteamiento ultra ofensivo dando entrada a Bernat en lugar de Benatia y a Coman en el sitio de Xabi Alonso pero el guión de inoperancia ante el arco rival seguía siendo similar al del primer tiempo.
Con el reloj agobiando a los bávaros acabaron recurriendo al más puro estilo alemán de colgar balones y un centro de Douglas Costa a menos de 20 minutos del final lo mandó a las mallas Lewandowski en un remate impecable para meter a su equipo en el partido. La Juve perdió mordiente ofensiva después de que Allegri retirara a Morata del campo y tuvo que ponerse el mono de trabajo para contener a un Bayern completamente volcado y que no paró de colgar balones en el área hasta que en el descuento Muller cazó un centro del ex juventino Coman para mandar el balón a las mallas y el partido a la prórroga.
Tras el subidón de adrenalina que supuso el empate, los dos equipos firmaron una especie de pacto de no agresión en la primera mitad del tiempo extra y Guardiola fue el que movió ficha para dar entrada a Thiago Alcántara para tratar de decantar la balanza a su favor. El plan no pudo ser mejor para que el catalán, ya que el jugador español volvió a desequilibrar la balanza en el minuto 108 definiendo con tranquilidad y por bajo ante Buffon, una gran jugada colectiva de sus compañeros. No supo encajar el golpe la Juventus y Coman sólo dos minutos después sentenciaba la eliminatoria con una jugada personal que arrancó en la banda y que al más puro estilo Robben acabó con un golazo por la escuadra.
El Bayern con más sello alemán de toda la era Guardiola consiguió evitar el drama que se cernió sobre el Allianz Arena durante buena parte del partido y acabó castigando a una Juventus que demostró porque el año pasado fue subcampeón de esta máxima competición europea.
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