La Juventus le tiene tomada la medida al Inter y a la Serie A. El 2-0 de esta tarde afianza su condición al frente de la tabla, trasladando la presión mañana al Napoli, y como dominador de este clásico del fútbol transalpino, un duelo que ha caído en los últimos años a favor de los turineses.
El derbi de Italia tuvo, como casi siempre, más emoción y ambiente en las gradas que buen juego. Bajo una intensa lluvia y con el contratiempo de la salida de Chiellini del campo por lesión tras media hora de partido, ninguna de las dos escuadras logró controlar un choque, accidentado y acelerado por momentos en un primer tiempo en el que no se movió el luminoso.
Los goles llegarían en el segundo tiempo. Primero fue el defensor Bonucci el que abrió el marcador, justo después del descanso y cazando un balón mal despejado con una gran volea, para cerrar la cuenta el español Álvaro Morata, marcando de pena máxima y reivindicándose ante su técnico, dentro de esa relación de amor-odio que parecen mantener.
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