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Las casualidades no existen. La Juventus no es el líder de la Serie A, el actual campeón italiano y el subcampeón de Europa por puro azar. Tras un 0-2 en contra del Bayern Múnich, los de Massimilliano Allegri han remontado el marcador para dar alas a una eliminatoria que en la segunda mitad parecía más que finiquitada.
El partido comenzó con un Bayern Múnich aplastante. Los de Pep Guardiola se hicieron pronto con el control del juego pero ni mucho menos llegaron las ocasiones con facilidad. Robert Lewandowski intentó con ahínco hacerse un hueco arriba pero la zaga juventina demostró su gran solidez como buen equipo italiano. Hubo que esperar hasta casi el descuento para ver el primer tanto. Thomas Müller se echó la tarea del gol a la espalda anotando el que abría la lata. Los germanos se marcharían con ventaja en el electrónico y en la segunda parte continuaría su idilio con el gol. Esta vez Arjen Robben con un soberbio tanto de rosca al más puro estilo del holandés la clavó en la red de Gianluigi Buffon. 0-2 en el marcador que auguraba una noche grande para los bávaros. Pero no quedaría así.
Allegri algo debió decirle a sus jugadores desde la banda que pronto reaccionaron al gol del ex madridista Robben. Paulo Dybala cazó un error garrafal de la defensa del Bayern para batir a Manuel Neuer por derecha engañando al arquero alemán. Con el marcador ya encarrilado hacia las tablas, tan solo hubo que esperar a que Sturaro pusiera el empate en el Juventus Stadium.
La Vecchia Signora flojeó durante los primeros 45 minutos pero pueden darse por satisfechos al haber alcanzado el empate. Todo parecía más que perdido ante el todopoderoso Bayern de Pep Guardiola de cara a la vuelta y, aunque este marcador no es el idóneo, sí que deja opciones a los de Allegri. El subcampeón lo es por algo, y hoy ha vuelto a demostrar que el mal momento de hace unos meses tan solo fue un espejismo.
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