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Liverpool y Norwich empataron en Anfield, en un encuentro en el que quizá merecieron ganar los reds, pero donde los visitantes se mostraron muy serios en todo momento y supieron sufrir para aguantar el marcador en los minutos finales.
La primera mitad fue bastante aburrida, con un Liverpool que tenía el dominio y la posesión de balón y un Norwich que a la contra se mostraba realmente peligroso. A los de Rodgers les costaba llevar peligro al área rival ante la buena defensa del rival. Los locales volvían a echar de menos ese control en el centro del campo. Emre Can se colocaba mucho entre los centrales, algo que el equipo de Anfield notó a la hora de salir con el balón desde atrás. Con el 0-0 inicial se llegaría al descanso.
La segunda parte fue mejor, por lo menos en cuanto a ritmo. Se adelantó el Liverpool gracias a un gol de Danny Ings, que había ingresado al terreno de juego en lugar de Christian Benteke. El empate llegó después de una indecisión en el área local tras un balón aéreo. Russell Martin se aprovechó y llevó el empate al marcador, dando al traste con las opciones del conjunto local.
A partir del gol, el Liverpool lo intentó con más corazón que cabeza. El juego deslabazado de los locales no daba sus frutos y el Norwich se defendía a las mil maravillas ante los ataques de los de Rodgers. Coutinho tuvo una ocasión clarísima en una contra, pero el brasileño estrelló el esférico en el cuerpo de Ruddy. Así acabó un encuentro con sabor a derrota para los locales, que no terminan de levantar el vuelo.
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