La Juventus empezó a preparar esta mañana la batalla del sábado en Berlín. El conjunto italiano se ejercitó en el Juventus Stadium en una sesión abierta para los medios en su primera media hora en la que se pudo apreciar el intenso ritmo de trabajo que impone Maximiliano Allegri.
El técnico quiere superar en el terreno físico al Barcelona y el entrenamiento estuvo encaminado a potenciar la resistencia de sus futbolistas. Las diferencias con el método de trabajo del Barça son notables. Para empezar, los balones estuvieron escondidos hasta media sesión. Mientras los blaugrana salen peloteando y los rondos son el punto de arranque en el trabajo, los juventinos se pasaron unos 30 minutos corriendo. Algunos futbolistas incluso saltaron al campo con zapatillas y fue a media sesión cuando se calzaron las botas.
La preparación física es fundamental para la escuadra piamontesa y los jugadores tuvieron que superar un exigente circuito con vallas antes de empezar a dar vueltas al terreno de juego. El primero en encabezar el grupo era el veterano Pirlo, con el rostro serio, y a su lado otro incombustible como Chiellini. El ambiente no daba pie a las risas o las bromas habituales en las sesiones del Barça. El método de trabajo italiano es mucho más rígido, aunque ello sea a costa de perder espontaneidad. Los jugadores llevaban incorporados pulsímetros y un miembro del staff de la Juve controlaba los datos desde un ordenador portátil a pie de campo. Todo el trabajo estaba informatizado y estudiado.
A media sesión fue cuando Allegri tomó el mando y lo hizo con poderío. Los balones por fin salieron de las bolsas –solo habían trabajado con ellos los porteros- para realizar un ejercicio de conservación de la pelota con gran intensidad. Los gritos del entrenador resonaban con fuerza en el Juventus Stadium pidiendo sobre todo a los jugadores que tenían el balón que buscaran siempre la mejor opción. No quería que sus hombres se complicaran. Se trataba de buscar al jugador libre y, si era necesario, lanzar en largo. Un ejercicio encaminado a superar la primera línea de presión del Barça, que debe traducirse el sábado en buscar la profundidad de Morata y Tévez, con la ayuda desde atrás de Vidal y Pogba.
Allegri no permite la relajación cuando la concentración en el trabajo debe ser alta. El italiano ha empezado la semana tensando mucho a sus jugadores y que todos valoren la importancia del choque de Berlín. La final se acerca y la Juventus ya ha mostrado desde este mismo lunes que no dará la más mínima concesión.
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