Ewood Park decidirá al semifinalista

Lo que se esperaba como un partido aparentemente fácil para el Liverpool acaba con la necesidad de disputar un encuentro de desempate. Los de Brendan Rodgers no pasaron del 1-1 en su estadio ante un Blackburn Rovers que tuvo alguna que otra oportunidad de dar la sorpresa. Los locales comenzaron con problemas con una lesión de Martin Skrtel que alarmó a los aficionados porque aparentemente perdió la consciencia en un choque. Reclamó el Liverpool un penalti en la primera mitad sobre Lallana que podría haber cambiado el resultado.

No hizo más que arrancar el partido en Anfield y la primera incidencia del partido hizo acto de presencia. Skrtel daba el susto de la tarde tras caer al suelo tres un salto con Rudy Gestede. El central parecía inconsciente sobre el césped y las asistencias tuvieron que entrar. El esloveno salió en camilla con gestos de estar bien pero por precaución entró en su lugar Kolo Torure. Una situación que alargaría la primera mitad ocho minutos más allá de los reglamentarios.

Pero el choque solo estaba empezando. A los diecinueve minutos Adam Lallana era derribado dentro del área del Blackburn de Matthew Kilgallon pero que el colegiado no señaló. Se perdían así los locales una buena oportunidad de marcar en una primera parte en la que su rival inquietó. Gestede ganaba todos los balones por alto y los de Gary Bowyer se iban soltando. Craig Conway se encontró con una buena oportunidad de marcar a quince minutos del descanso tras una buena jugada combinativa aunque su definición no fue buena. A pesar de todo, los reds pudieron irse a vestuarios por delante tras un buen zurdazo de Daniel Sturridge que desvió con una buena estirada Simon Eastwood.

Nada más reanudarse el partido, el balón parado se convirtió en el arma principal de los dos conjuntos. De esa manera tuvieron sus grandes oportunidades los dos equipos empezando por la de Alex Baptiste. El central de los rovers gana a la defensa y se saca un gran cabezazo con dirección a la red rival. Pero Simon Mignolet respondió sensacionalmente despejando a córner en una estirada. Ya en el cincuenta y nueve llegó la del Liverpool. Philippe Coutinho puso en el área un centro en un saque de falta y Toure logró sacarse un buen testarazo que se estrelló en la madera.

Con el paso de los minutos, la inamovilidad del marcador parecía obvia. Mario Balotelli entró en el Liverpool buscando un poco más de mordiente en el ataque pero no sirvió. El italiano intentó a diez minutos del final sorprender desde la frontal pero su disparo fue fácil para el cancerbero. Pero la más clara de los de Merseyside estuvo en las botas de Jordan Henderson. El centrocampista se sacó un buen lanzamiento cruzado pero Eastwood metió una buena mano. El meta volvía a salvar al Blackburn para lograr que se dispute el partido de desempate en Ewood Park.

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