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La Juventus vence y convence. Tras dar un puñetazo encima de la mesa ganando en San Paolo (1-3) la pasada semana, volvía al Juventus Stadium para enfrentarse a un débil Hellas Verona, que no supo cogerle las vueltas a un cuadro experimentado y con ganas de celebrar junto a su afición.
Pronto se adelantaron los bianconeri, a los seis minutos, gracias a un buen tanto de Sebastián Giovinco, que con un buen escorzo batió a Rafael y abría la lata. Los de Verona lo intentaron y tuvieron el empate en el 17' con un centro que despejó como pudo la defensa juventina, y cuatro minutos más tarde era Pereyra el que metía el balón en el fondo de las mallas empujando un centro de Lichsteiner. El propio carrilero suizo sería el encargado de volver a asistir, esta vez a Giovinco, para que este rematara en el área chica e hiciera el 3-0 antes del descanso.
La vuelta de los vestuarios rozó el mismo guión, y en el 53', Paul Pogba hizo su clásica jugada de 'yo me lo guiso y yo me lo como' para poner el cuarto en el marcador. En el minuto 57, una buena arrancada del Hellas Verona acabó con Nené batiendo al guardameta tras la salida del córner posterior a la jugada, y hacía un 4-1 que no hacía peligrar el marcador.
El ritmo del partido seguía frenético, y seis minutos más tarde el colegiado pitaba penalti tras una caída de Giovinco dentro del área, y el español Álvaro Morata no fallaría para poner el 5-1. Pero lo mejor estaba por llegar. Se cumplía el 78' de encuentro cuando Coman, tras driblar a dos rivales, le pegaba desde 20 metros para clavar la pelota en el fondo de las redes. Espectáculo en Turín para llevar a su equipo a la siguiente ronda de la Coppa Italia, donde espera el Parma en cuartos de final.
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