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El Real Madrid dijo adiós a la Liga en Vigo. Los blancos se marcharon al descanso con el marcador en contra, pese a que la gran mayoría de ocasiones fueron suyas. La primera ocasión del conjunto madridista, en el que reaparecieron Khedira y Arbeloa, llegó al filo de la media hora y la protagonizó Morata. Su disparo, algo escorado, fue despejado a córner por Sergio en el 28’. Seis minutos más tarde lo intentó Isco, pero volvió a lucirse el portero del equipo local. Los blancos llevaban el peso del partido y el Celta se limitó a aprovechar el único error de su rival. Charles le robó el esférico a Ramos en las proximidades del área madridista, regateó a Diego López y remató a placer en el 43’.
Todo se ponía en contra, pero aún quedaba la segunda mitad para remediarlo. Comenzó vibrante y con el Real Madrid dominador. Hasta tres ocasiones claras de marcar tuvieron los blancos en los diez primeros minutos. Ramos pudo hacerlo en un córner de Modric que se paseó por el área, pero su remate en el 48’ golpeó en Aurtenetxe. Tres minutos más tarde tuvo la oportunidad Modric, pero de nuevo Aurtenetxe fue salvador para su equipo cuando el croata iba a rematar a placer desde el punto de penalti. La tercera fue de Morata y su violento disparo desde la frontal obligó a Sergio a hacer una nueva demostración de reflejos.
El Real Madrid merecía más. Llegaba y llegaba, pero se estrellaba en un inspiradísimo Sergio. Hasta que el Celta volvió a aprovechar un nuevo error y complicó aún más el objetivo de los blancos. Xabi Alonso se equivocó en la cesión y le entregó el balón a Charles, que se deshizo de Diego López en el 63’ y firmó el doblete. De ahí hasta el final los blancos lo intentaron y Willian José, que debutó con el primer equipo, y Marcelo pudieron reducir distancias. El equipo no tuvo suerte de cara a gol y acabó pagando sus errores.
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