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El Liverpool dio todo un golpe de autoridad por la Premier League al ganar en Anfield al otro gran favorito al título... hasta hoy. El feudo red volvió a ser un coliseo inexpugnable para el equipo visitante y los de Brendan Rodgers empezaron apabullantes con los tantos de Raheem Sterling y Martin Skrtel. En la segunda mitad los de Manuel Pellegrini volvieron a ponerse en el liderato virtual de la Premier con los goles de un magistral David Silva y un desafortunado Simon Mignolet, quien se metió el gol en propia meta. Pero cuando el 2-3 asolaba Anfield Vicent Kompany propició el 3-2 definitivo tras un error garrafal en el área. Un fallo que bien puede costar al City la Premier League.
El partido destacado de esta 34ª jornada de la Premier League arrancó con el respetuoso minuto de silencio en homenaje a las víctimas de la Tragedia de Hillsborough, razón por la cual el encuentro empezó siete minutos más tarde de lo habitual. El Liverpool echó a rodar el balón y rápidamente se puso manos a la obra para marcar rápidamente el primer tanto del partido. Tras una asistencia magistral de Luis Suárez entre líneas, Raheem Sterling, ya con el cuero dentro del área, bailó como quiso a la zaga del Manchester City y acabó batiendo a un Joe Hart ya recortado antes del tiro.
Guión habitual de los reds. Gol tempranero para a posteriori esperar desde atrás al rival para matarlo a la contra. Dicho y hecho. Daniel Sturridge no pudo poner subir el segundo en el electrónico al cruzarla excesivamente ante Hart, pero sí lo hizo Martin Skrtel a la salida de un córner que remató sutilmente tras un giro de cabeza medido y perfecto para introducir el cuero donde Hart jamás llegaría. 2-0 de un insaciable Liverpool que quería más.
El dominio del Liverpool era descomunal. Pero el City, que había perdido a Yaya Touré a las primeras de cambio por unos problemas en el abductor, no se rindió y buscó el gol que maquillase el marcador antes del descanso. Lo acabó rozando, especialmente en dos balones que los reds tuvieron que sacar bajo palos al filo del intermedio, pero finalmente se llegó al descanso con un marcador que dejaba a los de Brendan Rodgers con la Premier muy de cara.
A los sky blues les vino el descanso como agua de mayo. Tras el intermedio fueron ellos los que cogieron el mando del partido para tratar de darle la vuelta a un marcador que les alejaba del título liguero. Ya en el 57’ una genial pared entre Fernandinho y James Milner acabó hacia un David Silva que no se lo pensó dos veces para poner al City en el partido con el gol de la esperanza.
El City necesitaba un gol más para poder volver a liderar virtualmente la Premier. Un error imperdonable de Simon Mignolet propició el 2-2 al meterse el cuero en su propia portería, algo que hizo estallar a un Manuel Pellegrini que veía cómo los suyos volvían a poner el balón de la presión en las botas reds. El dominio sky blue era abrumador en esta segunda mitad. Pero el fútbol es muy traicionero. Vicent Kompany cometió un error garrafal que bien le puede costar una Premier League al City. Despejó mal un balón que aprovechó Philippe Coutinho para ajustarlo al pelo a bote pronto y poner el 3-2 final, un resultado que pone al Liverpool como líder de la Premier League con 77 puntos, siete por encima de un Manchester City que tiene dos partidos menos que los reds.
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