Al Bayern nadie lo quería ver ni en pintura en semis. Para casi todos es el gran favorito del torneo. Es el once más compacto, el más ofensivo, el más hecho, el que tiene más variantes y en el que sus cracks se expresan mejor.
Si alguien se anima a tirar de estadísticas, lo lleva aún peor: el Bayern no pierde una eliminatoria europea desde hace tres años, cuando, en marzo de 2011, sucumbió en octavos contra el Inter de Milán. Desde entonces, dos finales y un título, el de la temporada pasada aún bajo el reinado de Heynckes.
El Bayern tiene jugadores para hacer lo que quiera bajo un patrón, el de Pep Guardiola, que ha mejorado el juego de su predecesor, haciendo un equipo más rico en matices ofensivos.
Todo comienza en la meta: Neuer es un portero que salva partidos y que, además, ha mejorado mucho con los pies. Él pone en funcionamiento la máquina. Rafinha, Lahm y Alaba mejoran el paso de la pelota. El eje central, por poner alguna pega, es lo más flojo, si bien Javi Martínez lo ha adecentado bastante.
De Lahm (o el que juegue de pivote) hacia adelante, el once da miedo. Baste un dato: es frecuente que jugadores como Götze, Schweinsteiger, Kroos, Shaqiri o Mandzukic se queden fuera. No cabe tanto crack. Y eso que el español Thiago Alcántara, un fijo para Pep, sigue lesionado y no llegará a estas semis.



Archivado en:
0 comentarios:
Publicar un comentario