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domingo, 9 de marzo de 2014

Asamoah noquea a la Fiore en el primer round


A la Juventus le está costando un mundo cerrar cada partido que comienza ganando, lo cual sucede de manera muy habitual. Ha perdido ya varios puntos la Vecchia Signora por perdonar a su rival y dejarlo con vida hasta los instantes finales. En este mediodía turinés, parecía que la Fiorentina iba a sucumbir de forma alarmante en el Juventus Stadium, tras una primera parte horrible del equipo de Montella, pero la Juve, que no pudo sentenciar, sufrió durante toda la segunda parte para acabar logrando una victoria muy sufrida.

El estadio bianconero está acostumbrado a ser un fortín, y así lo ha sido estos años. Suele agradecer el esfuerzo desmedido de sus jugadores por ganar cada balón y por la ingente cantidad de buenas tardes que le han ofrecido. Pero esta vez llegaron incluso a silbar por momentos a los futbolistas de la Juve porque entendían que se estaban relajando demasiado en los últimos veinte minutos del encuentro, cuando el balón estaba muy cerca casi continuamente de la portería de Buffon. Quizás le pedían también a Antonio Conte que realizase algún cambio en el equipo, lo que tardó en llegar. La Juve se veía falta de resuello y de fuerzas.

Y todo eso después de que en los primeros 45 minutos, la Fiorentina no lograse ni siquiera intimidar mínimamente a la Juve, muy cómoda con la posesión, casi de forma exagerada cedida por los toscanos. De esta manera, la Fiore se desnaturalizó. Perdió esa esencia de toque y juego de posición que implantó Montella desde el curso pasado y hasta que no empezó a tener la pelota, sufrió y mucho. Atrasaba la presión a la posesión del balón hasta prácticamente la frontal del área. No estaba Pirlo en la Juve y Marchisio ejercía su función con total libertad, sin presión. Eso sí, el porcentaje de posesión para la Juve era alto, no así sus ocasiones sobre la meta de Neto, más bien escasas.

La más clara, de hecho, fue el único gol del partido. Fue una jugada personal de Kwadwo Asamoah por la banda izquierda, donde se encontró un carril mal defendido por Diakité. En una de esas acciones, completó un eslalon personal con un regate para recordar y disparando con la derecha. Su disparo tropezó en un defensa y tras tocar en la madera, entró. Y poco más en el aspecto ofensivo para la Juve. En cambio, en la Fiorentina, la entrada de Mati Fernández y Ryder Matos a falta de quince minutos, descolocó definitivamente al club de Conte. Remató una vez al larguero y fue un incordio para toda la defensa, pero no tuvo suerte de cara a gol el brasileño.

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