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jueves, 20 de febrero de 2014

Viaje a Turquía con un 2-0 a favor


Mucho tiempo ha pasado desde aquella intempestiva nevada en Estambul que obligó a Galatasaray y Juventus a jugar el partido decisivo en unas condiciones de juego impropias de la Champions League. La Juve sufrió, perdió y cayó eliminada. Ahora, dos meses después, otro otomano se cruza en un camino menos agradable, menos apetecible, pero en realidad muy importante. El Trabzonspor ha retado a la Juve y por muy poco no le da una sorpresa, otro revés en Europa, si no llega a ser por el error del asistente del colegiado, que anuló un gol legal a los turcos a veinte minutos del pitido final.

Habría sido imperdonable por parte de la Juve haber regalado una ventaja en estos dieciseisavos de final con ese tanto anulado a Olcan (el balón que le centraron, según los árbitros, había rebasado la línea de fondo, lo cual no había hecho), puesto que la Juventus se mostró bastante superior a un equipo que apenas lleva un par de semanas con un nuevo entrenador después de la destitución de Mustafa Reşit Akçay, que fue sustituido por Hami Mandiral, y que deambula por la novena posición en la Superliga turca.

El primer tiempo fue casi en su totalidad bianconero. Antonio Conte aprovechó esta primera ronda de Europa League para rotar a algunos jugadores importantes, como Vidal, Lichtsteiner, Llorente o Asamoah. El equipo, por tanto, estaba en parte formado por hombres poco habituales, sin que ello se notara en el desarrollo del juego. La Juve, eso sí, no controlaba el balón con continuidad, sino que se sentía cómoda aguantando atrás y buscando la velocidad de Tévez y Osvaldo arriba. Ambos fueron las armas más peligrosas juventinas, siempre contando además a Paul Labile Pogba, líder hoy de su equipo en todos los sentidos. Marcó el segundo en el descuento para viajar a Turquía con más confianza y seguridad, y dio una lección de fútbol impropia para su edad.

La Juventus se adelantó casi de casualidad. Un balón que abría el Apache a la banda derecha rebotó en la cara de un rival con la fortuna de que le cayó a Osvaldo y lo dejó solo ante Onur Kıvrak, al que batió por bajo para marcar su primer gol como juventino. Ese gol llegó un minuto después del primer cuarto de hora. A partir de entonces, la Juve aguantó y salía a matar. La diferencia entre turcos e italianos versó en que los locales daban más impresión de peligro cada vez que atacaban. Los turcos, liderados por Colman en el medio, jugaban con comodidad en el centro del campo, pero sin casi profundidad.

Tras el descanso y, sobre todo, tras los cambios, la historia fue bien distinta. Mandiral dio entrada a Paulo Henrique y Erdoğan y empezó a causar muchos problemas a la Juve en defensa, sobre todo el turco a Martín Cáceres, al que superaba con cierta facilidad. Conte intentó equilibrar de nuevo el juego dando entrada a Vidal y Llorente, pero justo después se produjo la jugada del gol mal anulado. No desanimó esa acción al Trabzonspor, que siguió buscando el premio del gol sin suerte.

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