El trámite se resuelve sin complicaciones

La Juventus se enfrentará en el duelo fratricida contra la Fiorentina en octavos de final de la Europa League después de no conceder ninguna opción en el encuentro de vuelta al Trabzonspor turco. Lo cierto es que en ningún momento peligró el pase, ya que la Juve se tomó muy en serio el encuentro desde el inicio del encuentro, jugando un partido de una calidad altísima a pesar de que la eliminatoria estaba prácticamente acabada con el 2-0 de la ida. Un gol de Vidal y otro de Osvaldo, que le está cogiendo gusto a la segunda competición europea, sentenciaron el pase a la siguiente ronda y nos sirvieron en bandeja un enorme clásico en apenas unos días ante los toscanos.

El único problema que podía tener la Juventus en su largo viaje al país otomano era saltar al Hüseyin Avni Aker Stadium sin tensión competitiva, confiando en exceso en el marcador obtenido hace siete días en Turín y conceder demasiado espacio a un rival casi ajusticiado previamente. Sucedió todo lo contrario. La impresión que causaron los primeros instantes fue tan grata, que parecía que era la misma Juve la que necesitaba remontar el resultado. El equipo, repleto de suplentes, buscó siempre la portería defendida por Onur, el mejor de los de Trabzon. Además de los dos tantos finalmente validados, los italianos llevaron a la red otros dos balones anulados por sendos fueras de juego.

Fue Arturo Vidal el que abrió el marcador poco después del cuarto de hora. El chileno probablemente habría sido uno de los que hubiese descansado, pero su sanción por acumulación de amarillas en la Serie A (se pierde el duelo de esta siguiente jornada contra el Milan), ha hecho que Conte lo haga jugar desde el inicio. Vidal, siempre atento, marcó su primer gol en esta Europa League aprovechando un rechace de Onur al disparo de Giovinco. La formica atómica hizo su mejor partido de la temporada. Siempre participativo, y acertado en sus decisiones. Esa jugada del primer gol surgió de su imaginación, al tirar una gran pared con Osvaldo que lo dejó sólo ante el arquero turco, pero su disparo fue repelido.

Los claret and blue no crearon prácticamente ni una ocasión en la meta de Buffon. Esta vez sí jugó Florent Malouda, que se perdió el partido de ida por lesión, pero su participación no surtió un gran efecto. Fue sin embargo Adrian Mierzejewski el que llevó la manija de su equipo, tapando los defectos de un sorprendentemente fallón Didier Zokora. Eso sí, ninguno de ellos pudo dejar en ventaja a Marc Janko, el 9 que puso en liza Mandıralı.

Giovinco no pudo culminar su gran encuentro con un gol, aunque sí lo buscó con ahínco. Lo que sí logró fue asistir de maravilla a Pablo Osvaldo para que el italo-argentino rematara de cabeza a la red el 0-2 pasada la media hora de encuentro. La diferencia en el marcador pudo ser mucho mayor, ya que la Juventus no dejó de atacar a pesar del resultado favorable. En los últimos instantes se vieron los mejores minutos del Trabzonspor, pero ninguno pudo sorprender a un tranquilo Gigi Buffon. La Juventus, por tanto, sigue adelante en la aventura de ganar la Europa League en Turín.

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