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El Liverpool abusó estrepitosamente del Everton. Los reds atropellaron descaradamente a unos toffees que no dieron la talla en un derbi en el que se esperaba más de ellos. Steven Gerrard a la salida de un córner, dos trallazos de Daniel Sturridge, y el definitivo tanto del ‘pichichi’ Luis Suárez acabaron por hundir a un Everton que no tuvo el control del mediocampo en ningún momento del partido. Los de Brendan Rodgers cierran la vigesimatercera jornada en puestos de Champions más cerca del liderato de la Premier League, mientras que los del español Roberto Martínez se alejan de la cuarta plaza adueñada por su rival de la ciudad.
En un derbi en el que se esperaba a un Everton dueño y señor del mediocampo, Steven Gerrard y Coutinho cortaron cualquier intentona toffee por la zona medular. Los reds fueron quienes empezaron dominando el encuentro a su antojo, con constantes internadas ejecutadas por Luis Suárez y Sturridge sin muchos apuros para Howard. Así hasta el 21’ cuando, a la salida de un córner, Steven Gerrard vino como una bala tras un magnífico saque de esquina ejecutado por Luis Suárez para, con un sutil cabezazo, poner el 1-0.
A los pocos minutos, lejos de conformarse, el Liverpool siguió atosigando a los de Roberto Martínez en busca del segundo tanto. Sturridge envió por encima del larguero un balón complicado de controlar. El dominio del Liverpool era descomunal. Sin embargo, el Everton despertó de su siesta y pudo empatar el encuentro en dos ocasiones seguidas. Primero intervino Mignolet a chute de Jagielka, el rechace cayó en Berry, pero lo envió fuera. A los pocos segundos, Mirallas volvió a inquietar a Mignolet con un disparo desde lejos que se marchó rozando el palo izquierdo defendido por el meta red.
El Liverpool, en el contraataque posterior a los avisos toffees, transformó el 2-0 bajo la autoría de Sturridge. Coutinho dejó solo al ‘15’ del Liverpool quien, ante Howard, no erró con su zurda. Sin tiempo a reaccionar, los de Roberto Martínez recibieron el tercer varapalo en otra jugada veloz, en la que un balón largo por alto de Touré que buscaba a Sturridge acabó dentro de la portería defendida por Howard, después de que el bigoleador de la noche batiera al meta con una sensacional vaselina.
En el 53’ los de Brendan Rodgers dispusieron de un penalti para poder hacerle una ‘manita’ al rival de la ciudad, pero Sturridge envió la pena máxima por encima del larguero y se quedó sin el ‘hat-trick’ que tanto anhelaba. Tras el 4-0, sobraron los últimos treinta minutos del encuentro, en los que tanto reds como toffees se dispusieron a no arriesgar el balón con el partido ya decidido. Con esta victoria los de Brendan Rodgers consiguen la décima en Anfield, donde tan sólo han cedido un empate y una derrota.
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