Siete goles en el primer test

Siete goles, entre los cuales el primero de Tévez en bianconero, jugadas en velocidad y, naturalmente, el lleno rotundo en las gradas del Stadio Perucca. El primer amistoso de la temporada de la Juventus es archivado con el mismo número de goles del año pasado, pero esta vez la defensa se mantiene blindada. Para extraer indicaciones útiles es naturalmente demasiado pronto y las piernas todavía están cargadas. Pero la voluntad ya es de acero y ver a los dos nuevos delanteros ir a presionar en tres cuartos de campo a los adversarios demuestra que el mensaje de Conte ya ha llegado a su destino.

Pasan 90 segundos y Llorente muestra ya la especialidad de la casa: un remate de cabeza angulado que desvía en portería un buen centro de De Ceglie y obliga a Gini a volar al palo para salvarla. El español es el punto de referencia arriba y en el primer cuarto de hora roza el gol otras dos veces, primero llegando tarde por un pelo a otro balón de De Ceglie, después desmarcándose a tiempo a pase de Fausto Rossi, pero un Gini atento le cierra bien.

En el 28' la acción más espectacular, nacida de nuevo por la banda, la derecha en este caso: Motta llega a línea de fondo y centra para Tévez, que se coordina y le sale una magnífica medio chilena, fuera por un pelo.

El defensa, como hombre asistente, se transforma en goleador cuatro minutos después. Llorente va a la izquierda y ve el desmarque de Motta en el segundo palo. Empujarla a gol es un juego de niños.

Los valdostani rozan inmediatamente el empate con Simeoni, que la manda fuera desde buena posición, mientras Llorente colecciona otra ocasión casi al final del primer tiempo: la fuerza con la que se libera de su adversario es admirable, pero la conclusión se marcha alta. En compensación, es él quien da vía a la acción del segundo gol, justo en el último segundo. Fernando gana un contraste, y desde el límite del área abre para Vidal. El centro raso termina en la pierna derecha de Tévez, que de primeras bate a Gini.

En el segundo tiempo, frente a adversarios completamente revolucionados, Conte cambia a 10 hombres, dejando solo a Motta en el campo, y pasa al 3-4-3, con el tridente compuesto por Quagliarella, Vucinic y Matri. Justamente Matri tiene nada más empezar un balón bueno para ampliar el resultado, pero su disparo se encuentra con Anile en la salida.

Alessandro se rehace inmediatamente, recibiendo de Motta y colocándola en el palo con una diagonal que pone el 0-3, y mostrando un buen entendimiento con Vuinic. La combinación que lleva al montenegrino al tiro es digna de nota, una pena por el acierto.

Los bianconeri insisten, pero también los valdostani se dejan ver arriba golpeando un palo clamoroso, mientras Vucinic sigue apareciendo por la izquierda. En el 66' una fuga suya vuelve a romper la defensa pero Anile consigue tocar y desviar el balón. El portero valdostano se supera de nuevo sobre Quagliarella tras pase de Matri, despejando abajo, pero se debe rendir ante el penalti de Vucinic, en el 71', por una falta sobre Buchel, bien servido por Isla.

Tres minutos y llega otro penalti. Esta vez es Quagliarella quien se lo procura, mientras la transformación es de nuevo del montenegrino. El sexto gol podría llegar inmediatamente después: primero Quagliarella regatea hasta al portero, pero su conclusión es despejada en la línea, luego Vucinic coloca un derechazo desde la frontal, golpeando el palo.

De nuevo Matri roza el gol, partiendo desde la izquierda y superando a dos adversarios. Pero cuando se encuentra solo ante portería, cruza demasiado el disparo. Es Mattiello quien hace justicia: a un perfecto pase de Isla recibe en posición regular, supera al portero y marca a portería vacía.

En los últimos segundos hay tiempo de ver también el séptimo gol. De nuevo Isla pone el balón en el área, Quagliarella no consigue rematar de tacón, pero en la trayectoria está Matri, que solo debe empujarla para cerrar el partido.

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