Sturridge no perdona al Fulham

El partido que reunió en Craven Cottage al Fulham londinense y al Liverpool fue de esos partidos que demuestran que la afición al fútbol es un misterio inescrutable. Con el equipo visitante sin jugarse nada, los hombres de Martin Jol veían tranquilos la clasificación pese a que su entrenador les avisaba de que la permanencia un año más en la Premier League inglesa no estaba cerrada matemáticamente.

El Liverpool además iba sin tres de sus titulares. Luis Suárez seguía sancionado y Daniel Agger y sobre todo el capitán Steven Gerrard tenían que descansar en el sillón de la enfermería por sendas lesiones. El 8 red debe pasar por cirugía en una operación que no debe revestir grandes complicaciones pero que trata de solucionar un dolor de hombro recurrente que no deja ni a sol ni a sombra a la leyenda red.

Daniel Sturridge fue, junto con Coutinho, el encargado de suplir a Suárez y Gerrard como lideres de los reds. El inglés con un hat-trick se coronó como el hombre del partido demostrando que junto con el brasileño han sido unos buenos fichajes de invierno. Quizá estábamos tan acostumbrados a fichajes prometedores que luego no cuajaban que nos seguimos frotando los ojos esperando en cualquier momento despertar. Pero no, éstos dos estrellas vinieron para quedarse en el olimpo de la Premier.

Así pues el encuentro sirvió para entretener a las masas un domingo a la hora de la sobremesa y para hacer caja en taquilla. Inescrutable decíamos que era la afición al fútbol y se confirmaba al ver como sin jugarse nada el estadio se llenó con aficionados de uno y otro bando. Lo más interesante desde el punto de vista competitivo fue comprobar si el Fulham permanecería un año más entre la élite y como se podía comportar el Liverpool sin dos de sus grandes estrellas.

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