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La Juventus se impuso a domicilio al Atalanta en un partido en el que Antonio Conte dio minutos a los jugadores menos habituales.
Las cosas se pusieron de cara para el campeón en el minuto 18. Andrea Pirlo inventó una gran asistencia para que Alessandro Matri la pinchara y fusilara. 0-1 sin mucha oposición. Pocos minutos después, el partido se detuvo lamentablemente por incidentes entre ambas aficiones. Tras siete minutos, el balón volvió a rodar para finalizar una primera parte con poca historia.
La segunda mitad transcurrió con pocas ocasiones claras. Mucho juego en la medular y demasiadas imprecisiones. Las llegadas más claras llegaban con lanzamientos lejanos de ambos equipos y centros que no encontraban rematador alguno. El equipo local lo intentó más con un buen Luca Cigarini, pero fue en los minutos finales cuando la Juve apretó y Vidal estuvo cerca del segundo.
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