La Juve se prepara para lo mejor

Parece que la recuperación del espíritu ganador de la Juventus es definitiva. Esa facilidad que tenía para ganar los partidos el año pasado decayó estrepitosamente una vez comenzado este 2013. Pero los bianconeri han conseguido acumular tres victorias seguidas en la Serie A que han devuelto la confianza al equipo, algo fundamental en un momento tan trascendente como el que se avecina, con el duelo de Champions contra el Celtic a la vuelta de la esquina.

Hoy se medía con el otro conjunto que probablemente le pueda disputar con más claridad el honor de ser el equipo que mejor juego hace, la Fiorentina

Montella trasladó su amor por el balón del campo al banquillo y ya lo desarrolló en el Catania y ha continuado su obra en la Toscana. La Fiore juega, tiene el balón, lo mueve con criterio y se niega a dar un pelotazo. Pero ese juego no le da para superar a rivales de mayor envergadura. Lo consiguió contra el Milan, pero aún no era este nuevo Milan. Contra el resto, la viola no ha sido capaz de imponer su estilo y de ahí que ahora esté sufriendo por recuperar su puesto en posiciones europeas.

La Fiorentina tuvo incluso más el balón que la Juventus desde el inicio del partido. Era más común ver a los que vestían la casaca bianconera persiguiendo a los visitantes que al contrario. El centro del campo formado por Pizarro, Valero y Rómulo  conquistó la medular, pero a su dominio le faltó profundidad. Prácticamente no pasó en todo el partido del juego en horizontal, acercándose a la meta de Buffon tan sólo cuando Jovetic decidía intentar hacerlo todo él solo.

Al contrario de lo que suele ser habitual, la Juve estaba cómoda sin el cuero. Dejaba jugar a su rival comenzando la tímida presión a partir de la línea del centro del campo, estirándose sólo en contadas ocasiones. El juego directo y vertical se convirtió en su principal arma. Pirlo buscó continuamente el desplazamiento directo a Vucinic o Matri para sacar el balón desde atrás. En uno de ellos, la defensa viola metió la cabeza para despejar, pero el rechace le cayó a Vucinic, que la empalmó y sorprendió a Viviano, algo tapado. Sin prácticamente juego, la Juve se puso por delante en el marcador, y con poco más dobló su ventaja. Vidal pinchó un balón despejado de la defensa. Su control pilló saliendo a la zaga rival, que dejó muy solo a Matri. El delantero, en plena racha, no falló ante Viviano.

A pesar de la desventaja, el juego de la Fiorentina no varió. Montella probó cambiar a los hombres de ataque, Toni y Jovetic, para meter a Ljajic y El Hamdaoui, pero no hubo variación en la falta de profundidad. Algún disparo aislado puso en aprietos a Buffon, pero nada más allá. La Juventus acabó el partido como sabe, jugando al fútbol. Recuperó su estilo cuando la Fiore se rindió y no tenía más fuerzas. Conte acabó su último encuentro de sanción con Giovinco de falso nueve y Pirlo, Vidal, Marchisio y Pogba detrás. Puede que se trate de un ensayo pensando en la Champions.

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