En Anfield siguen echando de menos la década de los '80, cuando Ian Rush, John Aldrige, Souness y Cía plantaban su reinado por toda la Premier League. Esta temporada, a pesar de que muchos le nombran como candidato perfecto para acabar con la tiranía del Manchester United, empieza con un 1-1 en casa contra el Sunderland.
El equipo de Kenny Daglish, otro de los magos de los '80, comenzó con las líneas abiertas, sin echar de menos a Steve Gerrard y con Luis Suárez y Andy Carroll como jefes de orquesta.
Seguían la partitura a la perfección con la intención de corresponder a esa melodía que suena entre los aficionados de la Premier League este verano: El Liverpool, sin competiciones europeas de por medio, es uno de los favoritos para ganar la liga inglesa esta temporada.
La nueva estrella en Anfield Road, Luis Suárez, lanzaba a las nubes un penalti en el minuto 7. La moral seguía intacta. Anfield rugía con fuerza. Liverpool, you'll never walk alone. El escocés Charlie Adam (gran fichaje), a la postre el mejor 'red' del partido, probaba desde lejos al portero belga del Sunderland Mignolet.
Luis Suárez redimía su error con un bonito y cómodo remate de cabeza en el área pequeña a la red. Adam bota una falta en la frontal y el uruguayo peina el balón en el primer palo. Era sólo el minuto 12 y el Liverpool amenazaba con pegar un golpe sobre la mesa, desatar por fin sus ganas de ser favorito y comenzar la Premier en cabeza.
Iba a pasar todo lo contrario. Las líneas del Liverpool, antes abiertas y con recorrido, se cerraban y la melodía de Anfield volvía a desafinar. El estreno de José Enrique define la forma de jugar de sus compañeros atrás. Defensa dura y notable, pero poca o nula ayuda en ataque. Más miedo por no cumplir que ganas de destacar. El Sunderland llegaba al descanso con la sensación de poder empatar el partido.
Golazo de Larsson
Y así fue. La 'torrija' del Liverpool se había multiplicado en la segunda parte. El egipcio del Sunderland, Ahmed Al Muhammadi, servía un centro de manual desde la derecha y Sebastian Larsson, solo en el segundo palo, elevaba su cuerpo para formar casi una horizontal y empalar el balón con su pierna diestra a la escuadra más lejana para Pepe Reina. Golazo y justicia en Anfield.
Quedaban 30 minutos y la afición 'red' jaleaba a los suyos. Querían comenzar la Premier League 2011/12 ganando en casa. No iba a ser posible. Las urgencias del equipo local magnificaron la presencia de Andy Carroll, un delantero dominador, con remate de cabeza y buen disparo, pero sin la capacidad aún de decidir el solo un partido.
Luis Suárez desaparecía por completo. Hasta el punto de ser sustituido pro Raúl Meireles, con un resultado adverso, en el minuto 76. Kenny Daglish llamaba a Kuyt, al 'eterno currante', para solucionar la papeleta. Ni por esas.
Cattermole a punto estuvo de poner el 1-2 si no llega a ser por una buena parada de Reina. El partido terminaba con 1-1 y después de ver a un equipo encomendado a un tanque de 22 años que, como todo el Liverpool, necesita encontrar sus puntos fuertes y olvidar otro tipo de recursos.
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