El Liverpool no pudo pasar del empate 0-0 ante el Everton en el derbi de Merseyside y no recuperó el liderato, que ahora le pertenece al Manchester City, aunque por apenas un punto de diferencia.
El bajón que ha agarrado a los de Anfield en este tramo de la temporada hacía que llegaran al partido con mucho nerviosismo. El principal cuestionamiento era saber si iban a poder seguirle la marcha a un arrollador City. Cierto es que, sin jugar brillantemente, la sensación que quedó en la parte inicial fue de dominio para el Liverpool. De hecho, en los pies de Mohamed Salah estuvo la opción más clara que se vio en todos los 45'. Una recuperación en mitad de campo hizo que el egipcio condujera hacia un mano a mano con Pickford en el que venció el guardameta toffee con un muy buen achique.
Tras el descanso, el Everton recuperó valor tras las modificaciones de Marco Silva. El portugués dio entrada a Richarlison y André Gomes, haciendo mucho más dinámica la ofensiva. De no se por un imperial Virgil Van Dijk y las seguras manos de Alisson, la historia para el Liverpool pudo haber sido peor. Aunque los de Klopp no se amilanaron, dando golpe con golpe. En una Joel Matip condujo pelota en campo contrario hasta enfrentarse con los centrales y cedérsela a Salah, que se demoró un mundo en encontrar ángulo de remate y terminó siendo despejado por Keane, que la mandaba al córner. Impotentes, el empate a cero fue lo único que pudieron rascar en terreno de su eterno rival.
Así las cosas, son 70 puntos los que acumula el Liverpool en el segundo lugar, apenas uno por debajo del Manchester City. Quedan nueve jornadas por delante y el desenlace estará al rojo vivo. Para ser campeón no habrá margen de error ni se perdonarán los fallos en la Premier League.
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