Se deja prácticamente liquidado

Un partido lleno de emociones en San Paolo dio a la Juventus el triunfo para ponerse con 72 puntos en la clasificación, 16 más que su rival de hoy, el Napoli. Dos goles en el primer tiempo fueron suficientes pese a que fue una noche de todo menos tranquila.

Desde el inicio el partido fue intensísimo, con el único momento de pausa en el minuto 13 en recuerdo de Davide Astori, fallecido hace un año. Por lo de más, fue un golpe y contragolpe continúo. Las defensas contuvieron hasta que, cerca de la media hora, Ronaldo robó un balón como un rayo y el portero Meret le derribó al borde del área. Roja y falta, lanzada y anotada por Miralem Pjanic. El Napoli reaccionó enseguida con un palo de Zielinski, mientras la Juve esperaba el momento justo para golpear, ahora con un jugador más. Llegó en el minuto 39, con un centro de Bernardeschi que remató Emre Can de cabeza a la red. 

Apenas iniciada la segunda parte, la expulsión de Pjanic por doble amarilla equilibró el número de integrantes. El Napoli tomó la iniciativa y la Juve se la concedió, apostando por el contragolpe de Ronaldo. Al cuarto de hora, los partenopeos recortaron distancias por medio de Callejón, que cazó en el área un centro de Insigne. El partido se convirtió en un asedio, con el Napoli aumentando la presión, los centros y los disparos contra Szczesny. En ese momento, el árbitro concedió un penalti con el VAR por mano de Alex Sandro. Lanzó Insigne desde los 11 metros, directamente al palo. Un golpe duro para los locales, que se desinflaron y la Juve retomó el control y cerró el partido. Y probablemente el Scudetto.

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