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El Liverpool se quedó con las ganas de levantar la Audi Cup, cayendo 5-4 en los penales a manos del Atlético Madrid tras igualar 1-1 durante los 90 minutos reglamentarios de la final del miércoles. Jugando con un once completamente distinto al que goleó 0-3 al Bayern Múnich la noche anterior, los reds sufrieron su primer traspié de la pretemporada.
Eso sí, los hombres de Jürgen Klopp salieron con intenciones ofensivas, llegando incluso a rozar la apertura de la cuenta a los 10’ con un cabezazo de Dominic Solanke que se fue apenas desviado. Sin embargo, las ganas de los reds no pudieron traducirse en goles en la primera mitad ante un Atlético más preocupado de esperar atrás y contragolpear. Y justamente fue así como los de Diego Simeone se adelantaron en el marcador al minuto 33. En la primera ocasión de verdad para los colchoneros, Ángel Correa exigió una salvada espectacular de Danny Ward, quien desvió el tiro del argentino al travesaño, dejando un rebote que aprovechó Keidi Bare para anotar el 1-0 a favor del cuadro español.
El guión del partido no cambió demasiado en el segundo tiempo, y el Atleti cedió toda la iniciativa a un Liverpool que nunca dejó de buscar la igualdad. Esta llegó a los 83’, tras una falta dentro del área sobre Divock Origi que el también suplente Roberto Firmino convirtió desde el punto fatídico, engañando por completo al arquero Moyà. Lamentablemente, los penales no sonrieron a los reds, específicamente al capitán Jordan Henderson, el único que falló su remate desde los 12 pasos en la tanda final.
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