Amarga presentación

La racha positiva de la Juventus contra la Lazio se acabó de la manera más amarga posible. Dos goles por debajo en el marcador, los bianconeros supieron remontar en los últimos cinco minutos con un doblete de Dybala. Sin embargo, un gol en el descuento de Murgia dio la Supercopa de Italia a la Lazio.

Allegri salió con 4-2-3-1, sin ninguno de los fichajes como titulares, Barzagli y Alex Sandro en bandas, Benatia y Chiellini centrales y Khedira y Pjanic en el mediocampo, por detrás de cuatro delanteros. La Juventus tuvo las primeras ocasiones con Cuadrado, Dybala e Higuaín, pero Strakosha estuvo hábil para mandar sus disparos a córner. Entonces la Lazio tomó el control, bloqueando las jugadas de Pjanic y Khedira con su presión e impidiendo fluir los ataques bianconeros. A la media hora se adelantó la Lazio, balón al hueco para Immobile, que es derribado por Buffon en el área. El propio Immobile anotó desde el punto de penalti.

Después del descanso, los bianconeros encajaron el segundo tras un centro de Parolo cabeceado a la red por Immobile. Allegri intervino dando entrada a Douglas Costa y De Sciglio por Cuadrado y Benatia primero, y a Bernardeschi por Mandzukic luego. Sin embargo, inicialmente no surtió efecto y las mejores ocasiones siguieron siendo para la Lazio, por medio de Milinkovic-Savic y Luis Alberto, que obligaron a lucirse a Buffon.

Cuando todo parecía acabado, apareció Dybala, que en cinco minutos honoró su camiseta con el dorsal 10 a la espalda. Primero, anotando un precioso libre directo con efecto pegado al palo, luego transformando un penalti cometido sobre Alex Sandro. Sin embargo, la hazaña no fue completa. Antes del pitido final, Lukaku regateó a De Sciglio en la derecha y asistió a Murgia, que dentro del área anotó el gol decisivo y decidió la Supercopa de Italia.

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