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El Real Madrid ya está en la final de Milán. Los blancos hicieron lo que tenían que hacer para obtener la clasificación. Debían ganar y lo lograron con un gol en propia puerta de Fernando en la primera mitad. A partir de ahí mantuvieron la portería imbatida, como ha ocurrido en el Bernabéu durante la presente edición de la competición. Ahora espera el Atlético, en una final que se jugará en San Siro el 28 de mayo.
Con un público entregado y un equipo local que dominaba, presionaba muy arriba y recuperaba el esférico con rapidez, las jugadas de peligro no tardaron en llegar. De hecho, los blancos sólo necesitaron 20 minutos para adelantarse en el marcador. Carvajal dobló a Bale y le devolvió el esférico al galés. Éste centró con la derecha y el balón, tras golpear en Fernando, se coló en la portería de Hart. No se conformaron los blancos, que buscaban el segundo tanto para tener mayor tranquilidad. Lo marcaron en el 36’, pero fue anulado por fuera de juego de Sergio Ramos. Hubo más ocasiones en la primera mitad. Una por equipo. Bale lo intentó desde lejos en el 41’ pero su disparo terminó en las manos de Hart. Más clara fue la que tuvo el Manchester City dos minutos más tarde. El remate de Fernandinho desde la frontal golpeó en el exterior del palo.
Mucho más movida comenzó la segunda mitad. No en vano, los madridistas pudieron marcar el segundo en el 51’. La oportunidad fue doble. Pase entre líneas de Carvajal en la primera y Jesé, escorado, disparó alto. En la segunda, centró Bale y Modric no pudo superar a Hart en el mano a mano. Los blancos estaban lanzados y se aproximaban al área rival con más asiduidad. Lucas Vázquez, que había sustituido a Jesé en el 55’, vio el desmarque de Cristiano Ronaldo y le puso el balón al espacio. El potente disparo del portugués, algo escorado, lo repelió el portero visitante.
El Real Madrid estaba mereciendo el segundo y pudo conseguirlo en el 64‘. Kroos sacó el córner y Bale saltó más que nadie. Su remate de cabeza se estrelló en la cruceta y no superó la línea de gol en el bote. A partir de ahí el encuentro perdió ritmo y los blancos, conscientes de que este resultado les daba el pase, se mostraron muy sólidos atrás. Apenas sufrieron. Solo un lejano disparo de Agüero que se marchó a escasos centímetros del larguero en el 89’ inquietó al Bernabéu. El Real Madrid ya tiene su billete para la final de Milán. El objetivo, ganar la Undécima.
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