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La Juventus ha empatado en el césped sintético del Dino Manuzzi de Cesena por 2-2 después de sufrir el ambiente festivo de la hinchada y el mejor juego de los locales, en un partido tremendamente apático de los de Allegri.
Diez minutos duró la alegría al Cesena. El tiempo que tardó Djuric en terminar de celebrar el tanto y en el que los bianconeros, hoy de azul por coincidencia de colores, despertaran de su siesta vespertina, para después acostarse de nuevo. Álvaro Morata encabezó la remontada parcial, primero con un testarazo cómodo a pase de Pogba y luego con un cabezazo que prolongó el servicio desde el costado para que Marchisio apagara con las ilusiones del modesto equipo anfitrión.
La extraordinaria fe exhibida por Djuric contagió al resto de compañeros en el siguiente acto, suya fue la dejada a Brienza con la que niveló el duelo y rescatar el calor del público, que llevaba en volandas a los suyos.
Todo lo contrario que la Vecchia Signora, con desastroso partido de Pogba y Vidal, quien pudo maquillar su actuación si hubiera anotado un penalti del que dispuso por mano del rival, en un ataque finiquitado por Llorente, siendo esta acción del riojano la única a destacar de un choque muy gris por su parte y de la mayor parte del plantel de Allegri.
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