El equipo de Kenny Dalglish sudó de lo lindo para meterse en la final de la FA Cup. No fue un partido vistoso en un escenario mítico, pero fue el conjunto red el que acabó llevándose el billete para disputar la finalísima del próximo 5 de mayo de 2012.
En una temporada más que discreta en la Premier League, el Liverpool se ha agarrado a las Copas para mantener la ilusión de los aficionados reds. Ya ganó la Carling Cup y ahora quiere hacerse con una FA Cup que espera otro finalista. Chelsea y Tottenham se juegan su pase este domingo.
El encuentro fue soso, aburrido por momentos e incluso con poco ritmo. Los errores de uno y otro conjunto pusieron la sal y pimienta a esta semifinal. Primero fue el fallo de Carragher, que no se entendió con un despistado Agger, lo que provocó el gol de Jelavic (en posición ilegal, por cierto). Cuando el Everton tenía el partido más que controlado, un error de Distin regaló un mano a mano a Luis Suárez para que pusiera las tablas en el luminoso de Wembley.
Los 'toffees' tuvieron todo de cara para pasar a la final... pero no aprovecharon sus oportunidades y acabó resucitando a sus vecinos. Con el tanto de Jelavic el Everton se conformó con el resultado y en la segunda mitad se dedicó a controlar el tiempo para evitar imprevistos. El Liverpool no daba sensación de reaccionar e incluso Kenny Dalglish se desquiciaba en la banda pensando a quién meter en el terreno de juego para reinvertir la situación.
El error de Distin dio alas al conjunto red que acabó de rematar a su rival en un saque de esquina centrado por Bellamy. Andy Carroll, de menos a más en estas semifinales, peinó en la frontal del área chica para desatar la locura entre sus aficionados. A pocos minutos para la prórroga el delantero inglés daba el pase a la final al Liverpool.
La victoria no escondió el juego ramplón de los de Dalglish, que tendrán que mejorar notablemente si quieren alzarse con la FA Cup. Chelsea o Tottenham será su rival.
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