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Como había pedido Sarri en la víspera, la Juve honra la Liga de Campeones hasta el final ganando en Leverkusen en un partido donde solo podía esperar respuestas convincentes. Y, pese a las lógicas rotaciones, las respuestas llegan. El técnico pretendía esfuerzo y dedicación y sus jugadores cumplen, sentenciando en el tramo final con los goles de Ronaldo e Higuaín.
Sarri no varía el ya habitual 4-3-1-2 en el BayArena pero sí hay novedades en la alineación. Por delante de Buffon, juegan Demiral y Rugani en lugar de de Ligt (en Turín) y Bonucci. Con Danilo y De Sciglio (en la izquierda) forman una defensa inédita. Por delante, a los lados de Pjanic actúan Cuadrado y Rabiot mientras que Bernardeschi se sitúa por detrás de Ronaldo e Higuaín. Tras diez minutos de estudio, ambos equipos suben el ritmo y llega un remate de Demirbay, un centro de Higuaín al que no llega por poco Ronaldo y un disparo al palo de Diaby. Tras otros diez minutos de relax, llegan nueva ocasiones de Ronaldo, Cuadrado y Bellarabi. Antes del descanso, el partido sigue muy equilibrado y con un ritmo alto. Higuaín no encuentra la precisión en su remate y Demiral evita muy rápido una ocasión a bocajarro de Havertz ante Buffon.
En el Wanda Metropolitano, el Atlético con su victoria deja sin opciones al Bayer. Sarri introduce a Dybala por Bernardeschi para jugar el último tramo con el tridente y la Joya aparece enseguida para dar el pase de gol a Ronaldo en el 0-1. Ya solo queda controlar el partido pero la Juve tiene sus mejores minutos y en una nueva acción de Dybala llega el segundo y definitivo gol de Higuaín. La Juve cierra esta primera fase con 16 puntos de 18 posibles y vuelve a demostrar, aunque aún puede crecer, la personalidad de los grandes equipos europeos.
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