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jueves, 14 de marzo de 2019

Propuesta que sale perfecta


El Liverpool estará en sus segundos cuartos de final consecutivos y lo está con toda justicia. La eliminatoria que realizó el Bayern no estuvo a la altura de lo que se espera de un grande de Alemania y de Europa. Es cierto que el duelo se ha disputado cuando de los de Kovac están en su mejor estado de forma de la campaña, pero han sufrido su propio mal: el conservadurismo mostrado tanto en la ida y en la vuelta ha acabado por significar su adiós a la Champions en casa ante el Liverpool (1-2).

El partido en el Allianz Arena empezó con unas inseguridades atrás del Liverpool que a punto estuvieron de significar el primer tanto para el Bayern. Fue apenas un espejismo, un cristal inverso de lo que vendría a continuación. Porque los de Klopp fueron más y mejores frente a un Bayern que sólo logró anotar en 180 minutos gracias a un tanto en propia meta de Matip. Cuando el camerunés introdujo el balón en su portería, el Liverpool ya había anotado gracias a un tanto algo extraño de Mané. Fue extraño porque aún no sabemos si fue una genialidad del senegalés o un regalo de la defensa bávara. La baja de Kimmich había propiciado la titularidad para Rafinha en el costado diestro de la defensa de Neuer... y por ahí abrió aguas Mané, quien sorteó con habilidad una salida inexplicable de Neuer a la frontal del área y anotó con un balón bombeado que batió por arriba a los defensores que se apostaban bajo la meta vacía. Al descanso se llegó con el 1-1 en el marcador... y con la baja por lesión de Henderson, sustituido en el 13' por Fabinho. No se le echó de menos al inglés gracias, sobre todo, al poco ímpetu del Bayern en ataque.

Si el 1-1 ya clasificaba al Liverpool después de que los de Kovac tiraran el partido de ida, se podría esperar que el gigante alemán avasallara al Liverpool. En ningún caso fue así. Los desaparecidos James y Lewandowski, y Ribéry escenificaron la caída del Bayern, que empezó a palparse firmemente cuando en el 69', Van Dijk rematara de cabeza un saque de esquina de Milner. Era su primer gol en la Champions League. A partir de ahí, el monólogo red lejos de menguar se acrecentó ante la pasividad local y aún pudieron aumentar su renta gracias a una combinación entre Salah y Mané que acabó con tanto del senegalés de cabeza. El Liverpool estará en los cuartos de final con todo merecimiento. El Bayern no estará... también con todo merecimiento. La diferencia entre proponer y esperar.

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