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El Real Madrid goleó al Copenhague, afianzó su liderato en el grupo B y despejó cualquier atisbo de duda. Los blancos anotaron cuatro tantos, el segundo de ellos para enmarcar en la que es quizá la mejor jugada de lo que llevamos de competición, y se distancian de la Juventus, segundo de su grupo, en cuatro puntos con tan sólo dos jornadas disputadas. Cristiano Ronaldo, de cabeza, marcó el primero en el 21’. El segundo se hizo esperar, pero de nuevo llevó la firma del luso, que ya es el máximo anotador del torneo. Merece mención la jugada en la que llegó. Benzema devolvió de tacón una pared a Di María, que centró posteriormente de rabona en el 65’. El argentino, en un trallazo desde la frontal, marcó el tercero seis minutos más tarde y puso el broche de oro con el cuarto en el tiempo añadido a una noche en la que el Real Madrid disfrutó e hizo disfrutar a sus aficionados.
El Real Madrid disputaba su primer partido en casa en la Champions League esta temporada. Y lo hacía ante el Copenhague, un rival inédito hasta la fecha, con la garantía de ser líder del grupo B después de la demostración goleadora que dio en Estambul ante el Galatasaray y el empate del conjunto danés en su estadio frente a la Juventus de Turín. “Es una excelente oportunidad para que nosotros tengamos una buena reacción”, comentaba Ancelotti el día previo al encuentro. Y vaya si su equipo reaccionó. Los blancos salieron dominadores, recuperaban el esférico con rapidez y mostraron desde el inicio ese juego vistoso y preciosista que tanto gusta en el Santiago Bernabéu.
De hecho, antes de que se cumpliese la primera media hora de juego ya se habían adelantado en el marcador y disfrutado de otras cuatro ocasiones claras para haber batido a Wiland. Benzema tuvo la primera de cabeza en el 6’ y Khedira la segunda en un disparo desde fuera del área ocho minutos después. El gol llegó en el 21’ y lo firmó Cristiano Ronaldo. Marcelo, que regresaba a la titularidad, fue quien centró y el portugués no perdonó en el segundo palo de cabeza en la primera oportunidad de la que dispuso. Di María se erigió en protagonista a continuación. Su disparo desde el punto de penalti en el 25’ se marchó a escasos centímetros de la portería visitante y un minuto después remató alto desde la frontal.
Los madridistas ya habían logrado lo más complicado: inaugurar el marcador ante un equipo que, hasta el momento, sólo se estaba preocupando de estar ordenado y juntar las líneas. Su objetivo era ahora ampliar distancias y cerca estuvo de hacerlo de nuevo Di María con la cabeza en el 37’ tras otro el enésimo centro de Marcelo. Del segundo se pudo pasar al empate en una de las escasas oportunidades que tuvo el Copenhague en la primera mitad. Gíslason sacó el córner en el 39’ y Jorgensen remató al larguero con la testa. Modric, sobre la línea de gol, despejó el esférico.
No fue muy distinto el comienzo de la segunda mitad. El Real Madrid dominaba y el Copenhague intentaba sorprender con tímidos contragolpes. Modric, Di María y Carvajal lo intentaron desde la frontal en los seis primeros minutos de juego, pero sus disparos no encontraron portería. Sí llegó el segundo gol en la mejor jugada del encuentro y quizá de lo que llevamos de competición. Merece la pena disfrutarla una y otra vez. Benzema devolvió de tacón una pared a Di María, que centró posteriormente de rabona y Cristiano Ronaldo, de nuevo de cabeza, superó a Wiland en el 65’. El portugués acumulaba ya cinco tantos en la competición y es el máximo goleador de la presente edición de la Champions League. Costó hacer el segundo, pero seis minutos después se anotó el tercero. Di María, que había levantado al Bernabéu con su espectacular pase a Cristiano Ronaldo, lo firmó con un trallazo desde la frontal. El argentino hacía las delicias de su público, que se lo agradeció con una sonora ovación.
El recital de los blancos no había concluido y en el tiempo añadido llegó el cuarto, que supuso el segundo en la cuenta particular de Di María. El argentino firmó una segunda mitad espectacular y puso de esta forma el broche de oro a una noche en la que su equipo afianzó el liderato del grupo B, firmó su segunda goleada consecutiva en la competición y ya distancia en cuatro puntos a la Juventus, segundo de su grupo.
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