Después de muchas bonitas palabras hacia él, Nicola Leali ha pasado a los hechos. En poco más de una semana de concentración en el Valle de Aosta, el joven portero bresciano ha mostrado a todos sus grandes dotes. En los entrenamientos, trabajando cada día al lado de Storari y a las órdenes de Claudio Filippi, pero también en los partidos. Después del 'primero' contra los valdostani del Aygreville, ayer llegó el momento del verdadero bautismo: un rato del partido en el Trofeo TIM de Bari, en el partido contra el Milan.
Pocos minutos, pero tiempo suficiente para hacerse conocer y demostrar lo que vale con una intervención importante. "Debutar con la Juve -ha dicho Leali- no es algo que ocurre todos los días. Es un sueño que se hace realidad. Y luego hacerlo contra el Milan es especial. Al principio estaba emocionado, pero estoy contento de cómo fue, hice nada más salir una buena parada, por lo demás fue solo normal administración".
Dos apariciones y un 'cero' en la casilla de goles encajados. Fuerte por este mini-récord, desde hoy Nicola volverá a entrenarse en Châtillon, a la espera de hacerlo pronto también en Vinovo, donde podrá cumplir otro deseo. "Hasta ahora estoy muy contento de cómo está yendo esta concentración. Pero no veo la hora de poder encontrarme con Buffon. Él es desde siempre mi ídolo, el portero en el que me inspiro y me disgusta no haber tenido todavía la ocasión de entrenarme con él. Poder estar en el campo con dos grandes campeones como él y Storari no puede más que hacerme mejorar".


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