El centrocampista del Liverpool se ha convertido en el motor de Inglaterra en esta Eurocopa. Ante Ucrania repartió una nueva asistencia de gol y ya suma tres, siendo nuevamente clave en la victoria de su equipo.
Tras las bajas de los centrocampistas Gareth Barry y Frank Lampard le ha tocado a Scott Parker y Steven Gerrard formar la pareja de mediocentros de la selección inglesa en esta Eurocopa. Las circunstancias han provocado que la posición del medio del Liverpool se haya retrasado respecto a la que suele ocupar en su club, donde goza de más libertad para llegar al área contraria, la gran virtud de su juego.
En Inglaterra tiene que actuar más retrasado organizando el juego de la selección. Una posición que no es nada cómoda y que exige mucho esfuerzo y despliegue físico, ya que Hodgson ha optado por un estilo en el que impera el trabajo defensivo dejando la posesión del balón al rival.
En este marco Steven Gerrard está dando lo mejor de si mismo. A sus 32 años sabe que está ante una de las últimas grandes citas de su carrera y no la puede desaprovechar. Trabaja en defensa como el que más y a la hora de crear juego siempre se ofrece para jugar la pelota. Como ahora no puede aparecer mucho por el área rival se ha dedicado a repartir asistencias de gol a sus compañeros, y con los marcadores tan ajustados que ha logrado Inglaterra todas ellas han sido decisivas.
En la primera jornada, le puso el balón en la cabeza a Lescott al botar una falta desde la banda derecha, posición a la que suele caer y desde donde ha sido efectivo en estos tres partidos. Ante Suecia le envió un centro milimétrico desde casi 40 metros a su compañero del Liverpool Andy Carroll que significó el primer gol, y ante Ucrania de nuevo un centro suyo desde la derecha fue rematado en el segundo palo por el reaparecido Wayne Rooney. Un gol que les dio el primer puesto del grupo D. Precisamente, fue elegido “Jugador del partido” por la UEFA.
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