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La selección alemana no tuvo piedad de la holandesa, a la que derrotó (1-2) y dejó al borde del abismo. Los germanos sacaron los colores a la subcampeona del mundo que, salvo carambola en la última jornada, no estará en los cuartos de final.
El equipo de Joachim Löw mejoró la imagen que ofreció la primera jornada y lo hizo, además, ante un rival de prestigio. De poco sirvió que Holanda entrase mejor en el partido. Una vez que la 'Mannschaft' se asentó, resultó imparable.
Como ya sucediera en la pasada jornada, Mario Gómez fue el gran héroe de los germanos. Dos goles suyos, ambos antes del descanso, marcaron la diferencia ante una Holanda incomprensiblemente escasa de pegada.
Van Marwijk intentó cambiar el signo del encuentro dándole entrada a Huntelaar y Van der Vaart tras el descanso, pero la reacción fue insuficiente.
Van Persie le dio algo de emoción al tramo final del partido con un golazo desde la frontal. De ahí no pasó la intentona 'Oranje' de arañar algún punto ante los germanos.
Holanda sale muy tocada de este partido, pero todavía tiene opciones matemáticas de meterse en cuartos de final. Caso parecido, aunque a la inversa, al de los alemanes, que, pese a haber ganado dos partidos, todavía no tienen garantizado su pase a la siguiente ronda. Un empate en la última jornada frente a Dinamarca sirve al combinado germano para superar la fase de grupos en primera posición.
Özil y Khedira, la pareja irremplazable en Alemania
Los madridistas Mesut Özil y Sami Khedira han dado un paso de gigante para disputar los cuartos de final de la Eurocopa. Fue un choque en el que los dos jugadores blancos volvieron a ser fundamentales en el centro del campo de los de Joachim Löw. Khedira realizó un gran trabajo en labores de recuperación y Özil estrelló un balón al palo y fue uno de los mejores en el ataque germano.
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