En la jornada 31 de la Premier League, el Newcastle recibía al Liverpool en un partido que prometía grandes emociones. Pronto se pusieron por delante en el marcador los locales, cuando en el minuto 19 de la primera parte Cissé marcaba de cabeza.
Tras adelantarse en el marcador, el Newcastle siguió manejando las acciones del juego apoyado en la creatividad de Ben Arfa. Por su parte, el Liverpool intentaba desesperadamente lograr la igualada a través de la velocidad de Andy Carroll y Luis Suárez.
Pese a llegar el Liverpool en ataque, siempre fue bien controlado por la defensa del Newcastle y la buenas intervenciones del arquero Krul. Así llegaron al descanso: el Newcastle llegó, pegó y se llevaba merecidamente la victoria.
En la segunda parte, el Liverpool salió decidido a buscar el empate, pero sus llegadas no eran lo suficientemente peligrosas para hacerle daño a la defensa del Newcastle. Y cuando corría el minuto 59 el Newcastle se encontró con el segundo gol, nuevamente por medio de Cissé, que definió a la perfección. Era el 2-0.
El Liverpool lo intentó a través de Suárez, de Bellamy... pero con los nervios y la desesperación lógica por su situación actual, no encontró la formula para recortar la ventaja.
Esta situación llevó a que el Liverpool se quedará con 10 jugadores por la expulsión del arquero Reina, por un cabezazo contra Perch. El Liverpool no tenía más cambios y el lateral español José Enrique se tuvo que poner los guantes.
Con esta victoria 2-0 el Newcastle llega a los 53 puntos y se ubica en las primeras posiciones de la tabla. Por su parte, el Liverpool cosecha su segunda derrota consecutiva y suma 42 puntos. Su situación de cara a lo que resta de temporada en la Premier League es preocupante.
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