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El Real Madrid se llevó tres puntos de Vallecas sufriendo como nunca. Es cierto. A los de Mourinho les tocó apretar los puños y pelear ante un Rayo que siempre le jugó de tú a tú. Una genialidad de Cristiano Ronaldo, marcando un gol de tacón, dio una victoria que puede ser clave para el devenir de la Liga. El Real Madrid lo pasó mal, pero supo aguantar y acertar en el momento justo para ganar su noveno partido fuera de casa. El portugués, con su espectacular taconazo, se convirtió, una vez más, en el jugador decisivo del Real Madrid.
El Real Madrid saltó de rojo al césped de Vallecas. Mourinho apostó en el once por Kaká, Marcelo e Higuaín, supliendo al lesionado Benzema, en la punta de ataque. El partido arrancó intenso, con mucho juego directo por parte de los dos equipos. Balones largos a los delanteros en busca de segundas llegadas al área. El Rayo, muy motivado, complicaba mucho las cosas a un Real Madrid muy atento en las jugadas a balón parado de los locales. A los de Mourinho les costaba tener el balón y hacer su juego habitual. Aún así, los madridistas tuvieron la primera ocasión del partido en el 17’por medio de Higuaín, que se plantó ante Joel y no pudo regatearlo en el último instante. Siete minutos después, Cristiano Ronaldo probó fortuna desde lejos pero su balón se marchó desviado por poco.
Mediada la primera mitad el Rayo seguía agobiando por medio de Diego Costa, que complicaba mucho la vida a los centrales del Madrid. En el 38’ iba a llegar la mejor ocasión del partido. Un remate de Piti se estrellaba, por fortuna para el Real Madrid, en el palo cuando todo Vallecas cantaba gol. Los locales se vinieron arriba pero los de Mourinho supieron frenar las acometidas del Rayo. Así se llegaba al descanso.
La segunda mitad se inició con los dos equipos jugando en pocos metros y buscando balones en largo. En una acción a balón parado iba a llegar el 0-1 para el Real Madrid. Córner botado por Özil en el 54’, el balón le llega a Ronaldo que, de espaldas a la portería, saca un taconazo que se cuela entre las piernas de varios jugadores y entra en la portería del Rayo. Una genialidad del portugués ponía por delante a su equipo cuando más lo necesitaba. Los de Sandoval acusaron el gol y el Madrid se hizo dueño del partido. Mourinho buscó más presencia en el centro del campo y quitó en el 60’ a Kaká para dar entrada a Coentrão.
El Rayo decidió subir las líneas y buscar la meta de Casillas. El partido se abría y eso le venía bien a un Real Madrid muy peligroso a la contra. En el 63’ Higuaín pudo hacer el 0-2 en un mano a mano con Joel pero el meta del Rayo le sacó el balón. Los locales se lanzaron en busca del empate y Michu en el 72’ pudo hacer el empate pero su remate, solo ante Casillas, se le marchó arriba. En el 74’ iba a llegar la jugada del partido. Espectacular remate desde fuera del área de Casado y paradón descomunal de Casillas evitando el 1-1. Vallecas aplaudió la acción de ambos jugadores. Un minuto después, Callejón entraba en el campo por Higuaín.
Los de Sandoval apretaban y el Madrid sufría, pero sin descuidar salir a la contra para matar el partido. Callejón, en el 81’, pudo hacer gol pero su control se le fue largo. Los últimos minutos se convirtieron en una locura, en un toma y daca constante donde el Rayo pudo empatar el partido o el Real Madrid cerrarlo. En el 84’ Joel hace una gran parada a disparo de falta de Ronaldo. En el 88’, el árbitro expulsa de manera rigurosa a Michu y deja al Rayo con diez. Aun así, los locales tuvieron el empate en el 90’ pero Armenteros, solo bajo los palos, no pudo conectar el balón. En la contra siguiente pudo sentenciar Ronaldo pero su balón se fue arriba. Con el Rayo asediando la portería de Casillas el árbitro pitó el final.
Sufrida victoria del Real Madrid, que se lleva tres puntos importantísimos de Vallecas ante un rival que plantó cara hasta el final y que demostró por qué es uno de los equipos revelación de la Liga. Los de Mourinho suman y siguen en la Liga marcando con paso firme su condición de líderes aunque ante el Rayo, es justo reconocerlo, se sufrió más de la cuenta.
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