Volvió el fútbol a Liverpool 103 días después. El conjunto ‘red’ de Klopp firmó tablas en el 236º derbi de Merseyside tras el 0-0 ante el Everton de Ancelotti en un partido donde ambos tuvieron sus ocasiones. Este resultado provoca que el Liverpool deberá esperar para cantar el ansiado alirón, aunque podría llegar en la próxima jornada ante el Crystal Palace, en función del resultado que consiga el City mañana.
Los de Klopp encararon este regreso a la Premier League tras el parón por el efecto del coronavirus con las esperanzas renovadas (tras caer eliminado en Champions) de cantar el alirón cuanto antes, pero conscientes de que hoy no podían ser campeones en casa de su eterno rival ciudadano, ya que el Mancester City venció al Arsenal por lo que retrasaba la posible celebración.
Como no pudo de ser otra forma, el derbi comenzó con la lluvia como gran protagonista para dar aún más forma a la esperada reanudación de la competición domestica de Inglaterra. Klopp no alineó a su gran tridente (Mané-Firmino-Salah) y apostó por la titularidad de Minamino, ya que el atacante egipcio arrastró algunos problemas físicos hasta última hora.
Antes del pitido del colegiado para diera comienzo el encuentro, se rindió un minuto de silencio por las víctimas de la pandemia del coronavirus. En los primeros instantes el Everton salió firme al césped de Goodison Park y ya en el 3’ estuvieron cerca de ‘abrir la lata’ con un gran disparo de Richarlison donde el esférico salió rozando el poste de la portería de Alisson. No obstante, con el paso de los minutos el Liverpool comenzó a sentirse más cómodo en el terreno de juego y empezaron a encontrar espacios a la espalda de la defensa ‘toffee’.
La primera llegada ‘red’ llegó en el 29’ a balón parado con un remate de cabeza del central Matip, que por poco cantó gol. Más tarde también lo intentó Firmino con la ya clásica salida al contragolpe, pero el disparo raso le salió algo mordido. Una primera parte bastante plana y con pocas llegadas claras donde los jugadores acusaron el parón de la competición.
En la reanudación Klopp introdujo cambios en el terreno de juego con la entrada de Chamberlain para ganar profundidad y rapidez por las bandas (en detrimento de Minamino) y también dando entrada a Origi y Wijnaldum. Sin embargo, las mejores ocasiones de la segunda mitad las dispuso el Everton que rozó el tanto en el 78’ con una doble ocasión, que acabó en el poste, pero el de siempre, Vand Dijk estuvo providencial para despejar el balón fuera del área de Alisson.
Este resultado deja al Liverpool sin opciones de cantar el alirón en el día de mañana (juega el City ante el Burnley), ya que debían ganar en el derbi y esperar al pinchazo de los de Guardiola en su partido del lunes. El ansiado titulo ‘red’ podría llegar en la próxima jornada en el encuentro ante el Crystal Palace, en función del City, con un partido menos.
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