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El Liverpool tuvo que conformarse con un punto en su debut en la Champions League, tras firmar un empate 2-2 contra el Sevilla el miércoles en Anfield. Los de Jürgen Klopp se quedarán con la sensación de haber dejado escapar un triunfo, debido a la amplia superioridad de los reds sobre el conjunto nervionense. Sin embargo, los goles de Roberto Firmino y Mohamed Salah no les bastaron a los reds.
Las cosas no comenzaron para nada bien para los dueños de casa, que se fueron abajo en el marcador recién a los 5’ tras la anotación de Ben Yedder por parte del Sevilla. Poco tardó en llegar la reacción local, y fue Firmino el encargado de nivelar las acciones. Minuto 21, gran pared entre Jordan Henderson y Alberto Moreno, quien se internó sólo por la izquierda y puso un balón en bandeja para que el brasileño anotara el 1-1.
El empate impulsó aún más al Liverpool, que volvió a golpear a los 37’. El gol fue un premio a la insistencia de Salah, quien le robó el esférico a Pizarro en la entrada del área visitante, giró hacia el arco y sacó un zapatazo que se desvió en Kjaer antes de colocarse en la portería de Sergio Rico. Los reds pudieron irse a los vestuarios con una ventaja de dos goles, pero Firmino perdonó al estrellar su penal contra el poste segundos antes del descanso.
Además de este error, los locales evidenciaron una clara falta de pegada a lo largo de un segundo tiempo que dominaron por completo. El Sevilla, en cambio, sólo tuvo una sola ocasión de verdad en el complemento. Eso sí, le sirvió para marcar el gol del empate a través del argentino Joaquín Correa. Pese al ingreso de Philippe Coutinho, el Liverpool no pudo cambiar una historia que además terminó con la expulsión de Joe Gómez por doble amarilla.
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